EL EJEMPLO ESTABLECIDO
POR EL SEÑOR JESÚS
AL PREDICAR EL EVANGELIO
DE UNA MANERA ESPONTÁNEA
La revelación contenida
en la santa Palabra es progresiva
El Evangelio de Juan es el último de los cuatro Evangelios, y 2 Timoteo es la última epístola que escribió Pablo. El último de todos los libros de la Biblia es Apocalipsis. Tanto maestros como eruditos de la Biblia concuerdan en que la revelación divina contenida en la santa Palabra es progresiva: avanza desde el principio, pasa por un proceso y llega a una compleción. En Génesis, el primer libro de la Biblia, se hallan las semillas de todos los asuntos espirituales que constan en la Biblia, pero no se encuentra el crecimiento de la cosecha, o sea, el proceso, ni la mies como la compleción. Es en Apocalipsis que vemos la cosecha de todos los asuntos espirituales. Según el mismo principio, la compleción de ciertos asuntos espirituales se halla solamente en el último de los libros que conforman un juego. Por ejemplo, Mateo no es la conclusión de los Evangelios. La conclusión se halla en Juan, el último Evangelio. Asimismo, el libro de Hechos no es un libro de compleción. Después de Hechos siguen todas las Epístolas. Sin embargo, muchos cristianos hablan acerca de la vida de iglesia y de la obra cristiana principalmente conforme a Hechos. Dado que es el primer libro que trata de la vida de iglesia y de la obra cristiana, Hechos contiene sólo el comienzo, algo en la etapa inicial, como un niño que está en crecimiento y no un hombre maduro. Si tenemos problemas en nuestro vivir humano, es mejor acudir a un hombre de setenta años de edad que a un niño de siete años. Sólo un niño de seis años de edad acudirá a uno de siete para que le ayude. Las personas acuden siempre a alguien mayor que ellos y con mayor experiencia. Lo anterior muestra que si tenemos problemas en la vida de iglesia o en nuestra obra cristiana, necesitamos acudir a los libros finales, tales como el Evangelio de Juan, 1 y 2 Timoteo y Apocalipsis.
Podemos ilustrar este principio tomando los escritos de Pablo. Desde el tiempo en que comenzó su ministerio hasta las postrimerías de éste, el entendimiento de Pablo cambió con respecto a ciertos temas. El libro de 1 Corintios es uno de los primeros libros de Pablo. En el capítulo 7 Pablo expresó el deseo de que todos los hombres fueran como él y no se casaran, pues el matrimonio podía ser causa de distracción (vs. 7-8, 32-34). Para aquellos que desean amar al Señor y laborar para Él, las esposas suelen ser una preocupación, y los esposos no son compasivos. Pablo deseaba que cada uno fuera como él era, sin enredos. Sin embargo, en 1 Timoteo, uno de sus últimos libros, él instruyó a Timoteo animar a las viudas que fuesen menor de sesenta años a que se casaran (5:9, 14). Esto se debe a que Pablo aprendió ciertas cosas de su experiencia posterior.
La manera apropiada de predicar no se conforma
a los métodos tradicionales del cristianismo
En el cristianismo, la gran mayoría tiene una noción incorrecta de lo que es predicar el evangelio. Mientras los pentecostales hablan de predicar el evangelio a la manera pentecostal, los fundamentalistas hablan de predicar el evangelio a modo de avivamiento. Según la manera de avivamiento, primero uno debe dedicarse a orar por largo tiempo. En el entrenamiento que tuvimos en Manila en 1951, les hice notar a los santos que había leído que desde 1920 los cristianos estaban orando día y noche por un avivamiento. Sin embargo, después de unos treinta años, todavía no veíamos que un avivamiento se produjera entre ellos. Mi confianza no está puesta en tales avivamientos. Cuando fui a Indonesia hace unos años, me dijeron algunas personas que allí se había producido un avivamiento en el que personas muertas habían sido resucitadas. Cierto hermano que había sido misionero en Indonesia en aquel entonces había sido testigo de tal avivamiento y había tenido acceso al círculo íntimo de quienes llevaban la obra allí. Una noche, este hermano vio cómo el líder de dicho avivamiento pretendió volver el agua en vino valiéndose del vino que él mismo había ya preparado. Tal engaño hizo que le fueran abiertos los ojos a este hermano, y como resultado, él dejó aquella obra.
(
Manera normal de llevar fruto y de pastorear a fin de edificar la iglesia, La, capítulo 6, por Witness Lee)