LA HISTORIA DEL RECOBRO DEL SEÑOR
Creemos profundamente que en estos últimos días el Señor recobrará de manera particular la verdad y la luz en cuanto al reino. Por causa de esto, describiremos brevemente el desarrollo del recobro de Dios en las pasadas generaciones.
Los que conocen a Dios tienen presente que todos los asuntos espirituales fueron revelados en los Evangelios y en las Epístolas en la era de los apóstoles. Sin embargo, poco después de la partida de los apóstoles, la iglesia gradualmente fue perdiendo estos asuntos. Para la época en que murieron los últimos apóstoles, alrededor del año 100 d. C., la iglesia iba por el camino en el que perdió estos asuntos espirituales. Día tras día la iglesia avanzaba por este camino. Muchas cosas preciosas de la iglesia se fueron perdiendo una tras otra. Por un lado, la iglesia perdió muchas cosas preciosas que debía haber tenido; por otro, introdujo muchas cosas que no debía tener.
La situación empeoró al máximo para el año 1500 d. C.; para entonces casi todas las cosas preciosas de la iglesia habían desaparecido. Ése fue el período más oscuro, cuando la Iglesia Católica Romana se hallaba en la cima del poder. La Iglesia Católica perdió las cosas preciosas e introdujo muchas otras cosas para producir una mezcla. En tal situación, debido a que casi todas las cosas preciosas de la iglesia se habían perdido, Dios levantó a Martín Lutero para que tomara el camino del recobro.
Lo primero que Dios recobró en la iglesia fue la verdad de la justificación por la fe. Si estudiamos cuidadosamente la historia de la iglesia en los últimos quinientos años, veremos claramente los pasos de la obra de recobro de Dios. Comenzando con Lutero, Dios primero recobró la verdad de la justificación por la fe. Después, paso a paso recobró las cosas preciosas en la Biblia que la iglesia había perdido. Después de recobrar la justificación por la fe, Dios recobró la verdad de Cristo como nuestra vida. Luego de algún tiempo, recobró la verdad de la cruz como el camino para resolver todos los problemas del universo y para llevar a cabo toda la obra de Dios. Para esa época, las verdades de la justificación por la fe, de Cristo como nuestra vida y de la cruz que lleva a cabo la obra de Dios, fueron casi completamente recobradas.
Sin embargo, con base en la luz que hemos recibido, no sólo se encuentran estos tres grandes asuntos en el Nuevo Testamento —la justificación por la fe, Cristo como nuestra vida y la cruz—, sino que también hay por lo menos otras dos grandes verdades: la iglesia y el reino.
Podemos decir que el tema general del Nuevo Testamento es Cristo; todo el Nuevo Testamento es acerca de Cristo. A partir de Cristo se producen tres cosas de gran trascendencia: la cruz, la iglesia y el reino. Por consiguiente, la cruz, la iglesia y el reino son los tres asuntos sobresalientes en el Nuevo Testamento. Cristo efectuó la obra de la cruz, la cruz produjo la iglesia, y la iglesia introdujo el reino. En la plena manifestación del reino, la voluntad de Dios se habrá cumplido en el universo y Su nombre habrá sido santificado en la tierra (Mt. 6:9-10). Para entonces todo el plan de Dios se habrá cumplido.
Ahora hemos visto claramente que el Nuevo Testamento se compone de cuatro asuntos que son de gran trascendencia: Cristo, la cruz, la iglesia y el reino. En cuanto a Cristo como vida, en los pasados años ha habido un recobro satisfactorio. Además, en cuanto a la verdad de la obra de la cruz de Cristo, hubo un recobro satisfactorio en el pasado. Sin embargo, en cuanto a las verdades de la iglesia y el reino, hasta el día de hoy muchos de los hijos de Dios todavía no tienen un entendimiento apropiado. ¿Qué es exactamente la iglesia? ¿Qué es el reino? Los hijos de Dios conocen estas cosas simplemente como términos, pero carecen de un entendimiento adecuado de lo que realmente son. Por consiguiente, éstas son las dos cosas que Dios necesita recobrar en esta era.
En estos tiempos postreros los pocos hermanos que nos antecedieron dedicaron mucho tiempo a estudiar la Biblia, y lo que ellos vieron no fue la iglesia ni el reino. Por consiguiente, en años recientes hemos sentido una pesada carga de hablar de las verdades en cuanto a la iglesia y el reino, porque en lo más profundo creemos que en esta era final Dios debe recobrar estas dos cosas. Quizás éstas sean las últimas dos cosas que Dios desea recobrar. Dios ha venido realizando Su obra de recobro por casi quinientos años, y muchas verdades han sido recobradas; pero estas dos verdades importantes de la iglesia y el reino no han sido plenamente recobradas.
(
Lo que el reino es para los creyentes, capítulo 1, por Witness Lee)