Terreno genuino de la unidad, El, por Witness Lee

EL LUGAR DONDE EL SEÑOR HA PUESTO SU NOMBRE

Ahora abordaremos el asunto en cuanto a discernir el lugar que Dios escogió. El primer principio consiste en que el lugar escogido por Dios no debe tener ningún nombre aparte del nombre de Dios y de Cristo. Todo lugar que tenga un nombre aparte del nombre de Cristo, no es el lugar escogido por Dios. En Deuteronomio 12 Dios le ordenó al pueblo que destruyera todos los lugares y borrara todos los nombres de aquellos lugares. No les estaba permitido conservar ninguno de esos nombres. No obstante, el único lugar escogido por Dios era el lugar donde el Señor había puesto Su propio nombre. Por tanto, el lugar al que tenemos que ir es el único lugar donde el Señor ha puesto Su nombre. Por esta razón, cuando nos reunimos en la iglesia, lo hacemos únicamente en el nombre del Señor Jesucristo. En Mateo 18 el Señor Jesús habla acerca de congregarnos en Su nombre. Siempre que nos reunimos, debemos entrar en Su nombre. No debemos adoptar tales nombres denominacionales como metodista, episcopal, presbiteriano, luterano o bautista. Todos esos nombres deben ser destruidos.

(Terreno genuino de la unidad, El, capítulo 4, por Witness Lee)