Terreno genuino de la unidad, El, por Witness Lee

LA RECONSTRUCCIÓN DE LOS LUGARES ALTOS Y SU SIGNIFICADO

Aunque los hijos de Israel destruyeron los lugares en donde las naciones habían servido a sus dioses, sobre los montes altos, los collados y debajo de los árboles frondosos; y aunque el templo fue edificado en Jerusalén, finalmente las mismas cosas que habían sido destruidas regresaron. Los lugares altos, los árboles frondosos, las estatuas, las imágenes de Asera y los nombres idólatras fueron restaurados. De hecho, Salomón, el mismo que edificó el templo según el deseo de Dios sobre el terreno de la unidad, tomó la iniciativa de edificar los lugares altos otra vez (1 R. 11:6-8). Él volvió a edificar los mismos lugares altos que Moisés había ordenado que el pueblo destruyera. Estos lugares altos estaban relacionados con la fornicación y la idolatría. El hecho de que Salomón edificara los lugares altos, tenía que ver especialmente con la satisfacción de sus concupiscencias. Él erigió los lugares altos por causa de “todas sus mujeres extranjeras”.

Erigir un lugar alto es causar una división. Por tanto, el significado de los lugares altos es división. El propósito de Dios con respecto a los hijos de Israel en el Antiguo Testamento era que Su pueblo se mantuviera en unidad a fin de adorarle de una manera apropiada. Para guardar la unidad de Su pueblo, Dios les exigía que acudieran al único lugar que Él mismo había escogido. Los lugares altos, sin embargo, eran un sustituto y una alternativa de aquel único lugar. Esto indica que la división es algo que reemplaza la unidad. El lugar único, Jerusalén, representa la unidad, mientras que los lugares altos representan la división. De la misma manera que toda clase de cosas malignas y abominables estaban relacionadas con la edificación de los lugares altos, así también, en términos del Nuevo Testamento, toda clase de maldades están relacionadas con la división.

(Terreno genuino de la unidad, El, capítulo 8, por Witness Lee)