Terreno genuino de la unidad, El, por Witness Lee

LA FUNCIÓN APROPIADA DE LA CONCIENCIA

Además, fue después que regresaron del cautiverio que el pueblo de Dios tomó medidas con respecto a sus matrimonios, pues ellos se habían mezclado con los paganos (Esd. 9:1-7). Su conciencia no les permitía tolerar más tal práctica impía. Éste fue el resultado espontáneo de haber regresado al terreno de la unidad. Ciertamente habían muchos matrimonios mixtos entre el pueblo que estaba en Babilonia. Sin embargo, solamente después que regresaron del cautiverio su conciencia hizo que tomaran medidas con respecto a estos matrimonios.

Ocurre lo mismo en el recobro del Señor hoy. Desde que empezamos a participar en la vida de iglesia, nuestra conciencia comenzó a funcionar de una manera apropiada. Nos “ceñimos los lomos” y nos volvimos cuidadosos con algunos asuntos que anteriormente tratábamos con ligereza. Antes de formar parte del recobro del Señor, podíamos sentirnos libres de participar en ciertos entretenimientos mundanos. Pero tan pronto participamos en la vida de iglesia, todo nuestro ser fue ceñido. Comenzamos a buscar la piedad, y teníamos mayor deseo de orar y de leer la Palabra. Ejercitamos espontáneamente la función de nuestra conciencia más a fondo. Este comportamiento no fue el resultado de una enseñanza o de alguna regulación. Fue el resultado espontáneo que tuvimos por regresar al terreno de la unidad. Simplemente por participar de la vida de iglesia, tuvimos el deseo de ser piadosos. Muchas cosas negativas comenzaron a desaparecer, y comenzamos a experimentar muchas cosas positivas. Por ejemplo, tuvimos el sentir interior de que ya no debíamos celebrar la Navidad. Nadie nos ordenó que dejáramos de celebrarla; simplemente comenzamos a tener el sentir de que ya no deberíamos de celebrarla. De la misma manera, comenzamos a desechar muchas otras cosas negativas y a disfrutar las cosas positivas. Esto nos muestra que cuando se recobra la unidad, todas las cosas positivas se recobran también.

(Terreno genuino de la unidad, El, capítulo 9, por Witness Lee)