ES LLAMADA NUEVAMENTE
Sin embargo, es en ese momento que el Señor le hace un nuevo llamado. El Señor la llama a abandonar la cima del Líbano, que representa la cima de Su ascensión. Abandonar la sala de banquetes en el capítulo 2 es sin duda lo más correcto, pero no pareciera correcto el que ella tenga que abandonar la cima de la ascensión. No es nada fácil llegar hasta allí; así que, estando allí, ¿por qué deberíamos marcharnos? Sin duda alguna, no es correcto que nos quedemos en la sala de banquetes, pero una vez que llegamos a la cima de la ascensión del Señor, parecería que lo correcto es que permanezcamos allí. Sin embargo, debido a que esto sólo representa un logro personal, el Señor la llama a ir con Él.
No creo que ninguno de nosotros quisiera marcharse después de haber obtenido semejante logro; sin embargo, el Señor la llamó a marcharse de allí. No obstante, antes de este punto el Señor nunca la había llamado hermana ni esposa. Es sólo ahora que Él usa estos apelativos. “Ven conmigo del Líbano, esposa mía [...] Me robaste el corazón, hermana, esposa mía [...] ¡Cuán hermosos son tus amores, hermana, esposa mía!” (4:8-10). Él la llamó a abandonar el Líbano y a irse a otro lugar. La llamó desde la cima de la ascensión para que regresara a la tierra. No obstante, si no descendemos de la cima de la ascensión, es imposible tener un huerto en la tierra.
Este escrito poético describe al cristiano en la vida cristiana. Un huerto no puede existir en los cielos. Éste debe estar en la tierra. No mucho después que el Señor la llamó a abandonar la cima de la ascensión, ella llega a ser un huerto en la tierra. “Huerto [heb.] cerrado eres, hermana mía, esposa mía; fuente cerrada, sellado manantial” (4:12). Este huerto no está en la cima de la montaña, ya que sería muy difícil cultivar tantas especias allí. La poesía aquí nos muestra que poco después de haber estado en la cima de la montaña, ella descendió a la tierra, donde llegó a ser un huerto.
(Vida y la edificación como se presentan en Cantar de los cantares, La, capítulo 9, por Witness Lee)