LA COMUNIÓN EN SUS PADECIMIENTOS
Pablo dijo en Filipenses 3:10 que deseaba conocer la comunión en los padecimientos de Cristo. Esto significa que él deseaba participar de Sus sufrimientos. Si el Señor hubiera permanecido en los cielos, nunca habría llegado a ser un hombre que sufría en la tierra. Entonces habría sido imposible que se produjera la iglesia, el Cuerpo de Cristo. El Cuerpo se produce mediante los padecimientos de Cristo. Cristo padeció no sólo por nuestra redención, sino también para que se produjera el Cuerpo. Sin embargo, el Cuerpo aún no se ha producido completamente. Las aflicciones de Cristo aún no han sido completadas. Es por eso que Pablo dijo: “Ahora me gozo en lo que padezco por vosotros, y de mi parte completo en mi carne lo que falta de las aflicciones de Cristo por Su Cuerpo, que es la iglesia” (Col. 1:24). Pablo completó lo que faltaba de las aflicciones de Cristo por amor a Su Cuerpo. Sin embargo, no debemos pensar que el Cuerpo de Cristo haya sido completado. Incluso hoy en día, nosotros debemos completar el Cuerpo, padeciendo las mismas aflicciones que el Señor Jesús padeció como hombre.
Pablo era muy religioso antes de ser salvo. Después fue salvo y llegó a ser una persona muy espiritual. Yo incluso diría que él obtuvo el logro más elevado de espiritualidad. Sin embargo, no se detuvo allí. Al parecer perdió toda su espiritualidad para sufrir por el Cuerpo de Cristo. Hoy hay muchos que supuestamente son siervos del Señor, quienes nunca han tenido que trabajar en trabajos seculares ni en los negocios del mundo. Una vez que empiezan a servir al Señor, nunca más estarían dispuestos a regresar a ningún tipo de negocio. Sin embargo, ¿se había dado usted cuenta de que Pablo trabajó en el oficio de hacer tiendas aun después de que alcanzó el logro más elevado de espiritualidad? Él no hacía tiendas para su propio uso. Él las hacía para venderlas a otros. Pablo pudo haber sido criticado por esto, lo cual probablemente le causó sufrimiento. Después de haber alcanzado un logro tan elevado de espiritualidad, ¡él continuó haciendo tiendas para venderlas! No obstante, él estaba completando lo que faltaba de las aflicciones de Cristo por Su Cuerpo.
(Vida y la edificación como se presentan en Cantar de los cantares, La, capítulo 11, por Witness Lee)