Vida y la edificación como se presentan en Cantar de los cantares, La, por Witness Lee

LA VOLUNTAD EN RESURRECCIÓN

El capítulo 3 nos habla de la madurez de la buscadora, y el capítulo 4 continúa describiéndonos cómo ella alcanzó esta etapa de madurez. Pero eso no es todo. Finalmente, el Señor dice que ella es Jerusalén. Ésta es la madurez de la que se habla en el capítulo 3 cuando ella llega a ser un palanquín. Un palanquín es una miniatura de la ciudad. La ciudad contiene al Señor de una manera plena, mientras que el palanquín sólo lo contiene en menor grado. Ésta es la madurez de la que se habla en el capítulo 3. Luego, el capítulo 4 nos dice que esta madurez se obtiene sólo mediante el sometimiento de la voluntad.

También debemos leer 4:4, que dice: “Tu cuello, como la torre de David, edificada para armería: de ella cuelgan mil escudos, escudos todos de valientes”. Aquí el Señor compara el cuello la buscadora con la torre de David. Ya vimos que el cabello representa nuestra voluntad, y sabemos que el cuello de una persona también representa su voluntad. La Biblia nos dice que aquellos que se rebelaban contra Dios son “duros de cerviz” (Éx. 32:9; Hch. 7:51). Así pues, el cuadro de las manadas de cabras que bajan por la montaña nos muestra que su voluntad ha sido subyugada; mientras que el cuadro de la torre de David nos muestra cuán fuerte había llegado a ser la voluntad de ella en resurrección. En primer lugar, nuestra voluntad tiene que ser subyugada; luego debe llegar a ser fuerte en resurrección. La voluntad natural tiene que ser sometida a esta disciplina; sólo entonces poseeremos una voluntad resucitada. La voluntad que ha sido crucificada y subyugada es como una manada de cabras que bajan retozando la ladera de una montaña, mientras que la voluntad que ha sido resucitada debe ser como la torre de David, edificada para armería. Una armería es el lugar donde se guardan las armas de combate.

(Vida y la edificación como se presentan en Cantar de los cantares, La, capítulo 6, por Witness Lee)