Estudio-vida de Ezequiel, por Witness Lee

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JUZGAR NUEVAMENTE AL VIEJO HOMBRE

El recobro efectuado mediante la vida comienza en el capítulo 33, donde vemos que Dios establece un centinela. Este recobro continúa en el capítulo 34, donde Dios mismo viene para ser el Pastor que va en pos de Su pueblo, lo busca y lo trae de regreso para finalmente hacer que disfrute de las riquezas de Cristo, las cuales están representadas por las riquezas de la buena tierra. Luego, en el capítulo 35 el Señor nos recuerda la necesidad de condenar a nuestro viejo hombre, el cual está representado por Edom. Ésta es la razón por la cual después del capítulo 30 se habla nuevamente del juicio sobre Edom. Mayormente, Dios espera que el juicio sea ejecutado antes de dar inicio a Su obra de recobro. Sin embargo, en el proceso de recobro todavía hay necesidad del juicio de Dios. En particular, esto es cierto con respecto a Edom. Edom había sido juzgado en la sección anterior, pero debido a que es muy difícil tomar medidas con respecto al viejo hombre, el juicio sobre éste tiene que repetirse. Es posible que usted haya condenado a su viejo hombre el día de ayer y haya experimentado el juicio que pesa sobre él. Pero el día de hoy es probable que su viejo hombre regrese a visitarlo, tal vez de una manera muy simpática o con sutileza. Usted ha sido recobrado y ha sido traído de regreso a Cristo, quien es la buena tierra, y participa en el rico disfrute de Cristo. Quizás haya pensado que su viejo hombre ha sido completamente condenado y juzgado, pero no se había dado cuenta de que él ha regresado sin avisarle y sin pedirle permiso. Ahora, mientras usted disfruta a Cristo, él está con usted, odiando su disfrute de Cristo y su disfrute de la vida de iglesia.

Ezequiel 35 dice que Edom y compañía estaban felices de que Israel estuviera desolado (vs. 12, 15). Edom también tenía la expectativa de poseer las dos naciones de Israel y Judá, reclamándolas como pertenecientes a Edom. Para el Señor, Edom hablaba tonterías, pues Él tenía la intención de ejecutar Su juicio sobre Edom una vez más.

Debemos aprender la lección respecto a juzgar a Edom. Mientras somos recobrados, tenemos que juzgar a nuestro viejo hombre una y otra vez. El juicio ejecutado sobre Amón, Moab, Tiro, Sidón y Egipto tal vez sea un juicio ejecutado una vez y para siempre; pero el juicio sobre Edom no puede ser aplicado una vez y para siempre. Por el contrario, Edom, nuestro viejo hombre, tiene que ser juzgado repetidas veces hasta el día de la redención de nuestro cuerpo. Ésta es la razón de que entre los capítulos 34 y 36 de Ezequiel, que son dos capítulos maravillosos, tengamos un capítulo muy negativo con respecto al juicio sobre Edom. Debido a que Edom regresa, el juicio sobre él tiene que repetirse. Aunque le hayamos condenado, juzgado y echado fuera, él regresa. Por tanto, debemos cooperar con el Señor a fin de ejecutar nuevamente Su juicio sobre el viejo hombre.

El recobro genuino efectuado por el Señor no consiste simplemente en que nos arrepentimos, nos volvemos al Señor y disfrutamos de la bendición del Señor; también es necesario que se produzca un cambio en nuestra vida y naturaleza. Al efectuar Su recobro, Dios tiene que tocar nuestro corazón y nuestro espíritu y, por ende, tocar directamente nuestra vida y cambiarnos en vida y naturaleza. Por tanto, tenemos necesidad tanto del recobro externo descrito en Ezequiel 34 como del recobro interno descrito en Ezequiel 36. Debido a que el recobro en Ezequiel 36 atañe a nuestra vida y naturaleza e involucra nuestro corazón y nuestro espíritu, se inserta el capítulo 35 a fin de mostrarnos la importancia de juzgar al viejo hombre. A fin de recobrarnos y hacer de nosotros el nuevo hombre, Dios tiene que juzgar nuestro viejo hombre, nuestra vieja creación.

(Estudio-vida de Ezequiel, capítulo 17, por Witness Lee)