Estudio-vida de Ezequiel, por Witness Lee

Más extractos de este título...

LA COORDINACIÓN EN EL MINISTERIO

Si en una iglesia local un hermano tiene el ministerio de predicar el evangelio y otro tiene el ministerio de edificar a los santos, ellos tienen que coordinar entre sí; de otro modo, podrían ocasionar un problema. Si únicamente hubiera un solo ministerio —el ministerio de predicar el evangelio de edificar a los santos—, no habría problemas o muy pocos. Sin embargo, si los hermanos con diferentes ministerios no saben cómo coordinar, ellos competirán entre sí e, incluso, podrían suscitarse pugnas entre ellos. El hermano que tiene carga por predicar el evangelio podría contender en pro de la propagación y el aumento, incluso al grado de procurar convencer a otros a unírsele. El hermano que tiene carga por edificar a los santos tal vez critique al que tiene carga por el evangelio, aduciendo que éste trae a los nuevos creyentes pero no cuida de ellos. Entonces quizás aliente a otros a que le ayuden a cuidar de los nuevos creyentes. El resultado de esta falta de coordinación entre estos dos hermanos podría ser la división, pues habría algunos que estarían preocupados únicamente por el evangelio y otros que estarían preocupados únicamente por el pastoreo.

Puesto que los hermanos tienen diferentes ministerios, ¿qué deben hacer? Deben aprender a coordinar. Esto significa que cuando el hermano que tiene carga por predicar el evangelio desempeña su función, moviéndose hacia adelante, el hermano que tiene carga por pastorear debe aprender a andar hacia atrás. Asimismo, cuando el hermano que tiene carga por pastorear desempeña su función y avanza hacia adelante, el hermano que tiene carga por predicar el evangelio debe andar hacia atrás. Los demás santos deben seguir a estos dos, andando de costado, a veces en la dirección del ministerio del evangelio y otras veces en la dirección del ministerio de pastoreo.

(Estudio-vida de Ezequiel, capítulo 7, por Witness Lee)