Estudio-vida de Ezequiel, por Witness Lee

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LA PERSONA

El siguiente punto que consideraremos es la persona —Ezequiel— que vio las visiones.

Entre los cautivos

En el versículo 1 Ezequiel dice que él estaba “entre los cautivos junto al río Quebar”. Como cautivo en tierra de cautiverio, Ezequiel fue puesto a prueba y con certeza debió haberse sentido perplejo, afligido y deprimido. Ésta también puede ser nuestra experiencia en la actualidad. A veces, cuando nos reunimos con los hermanos y hermanas, tenemos el sentir de que nos encontramos en tierra de cautiverio y nos sentimos afligidos y deprimidos.

Un sacerdote

El versículo 3 habla explícitamente del “sacerdote Ezequiel”. Ezequiel, en calidad de sacerdote, era una persona que vivía en la presencia de Dios, servía a Dios y se mezclaba con Dios. Ezequiel era esta clase de persona. Aunque se encontraba en tierra de cautiverio, todavía vivía en la presencia de Dios y ministraba delante de Dios. Él estaba junto al río Quebar, y no en el templo santo; no obstante, por ser un sacerdote, ponía su mirada en Dios, oraba a Dios, contactaba a Dios, tenía comunión con Dios y esperaba en Dios. Debido a que Ezequiel era tal clase de persona y tenía contacto con Dios de tal modo, los cielos le fueron abiertos, y él vio “visiones de Dios” (v. 1).

Alentamos a todos los hermanos y hermanas en el Señor a servirle como sacerdotes. Todos debemos aprender a orar a Dios, contactar a Dios, tener comunión con Dios y vivir delante de Dios. Si nos ejercitamos como sacerdotes de este modo, los cielos nos serán abiertos, y veremos las visiones de Dios.

Hijo de Buzi, pero es fortalecido por Dios

Ezequiel era hijo de Buzi. Buzi significa “desdeñable” o “despreciado”. Ezequiel fue un profeta muy despreciado por la gente y fue tratado con desdén. En su ministerio, él no recibió gloria alguna. Si usted es un Ezequiel en el recobro del Señor hoy, debe esperar ser una persona menospreciada. No piense que tendrá alguna gloria. Los demás le menospreciarán y le tratarán con desdén.

Ezequiel significa “Dios fortalece”; también significa “el Todopoderoso es tu fortaleza”. El nombre Ezequiel termina con el sufijo el, que significa “el Poderoso”. Por un lado, él era el hijo de Buzi, menospreciado por los demás; por otro, él era Ezequiel, aquel que fue fortalecido por Dios, el Poderoso. En 3:8-9a el Señor le dijo a Ezequiel: “Ahora hago tu rostro tan duro como los rostros de ellos, y tu frente tan dura como sus frentes. Como adamante, más duro que el pedernal, hago tu frente”. Él fue despreciado por la gente y tratado con desdén, pero fue fortalecido por Dios.

Que Ezequiel fuese hijo de Buzi significa que era un hijo de oprobio, hijo de humillación. Podríamos pensar que en calidad de profeta él tendría un ministerio profético que sería glorioso. Sin embargo, cuando leemos el libro de Ezequiel vemos que al cumplir su ministerio como profeta, él fue constantemente deshonrado y avergonzado. Ezequiel fue designado por Dios para que él mismo fuese una señal al pueblo de Israel, una señal de que ellos serían avergonzados (12:6, 11; 24:24, 27). Dios le ordenó realizar ciertas demostraciones, y al hacerlas Ezequiel se convirtió en un profeta objeto de deshonra. Por ejemplo, Dios le dijo que debía permanecer acostado sobre su lado izquierdo por trescientos noventa días y sobre su lado derecho por cuarenta días (4:4-6) y que debía comer pan cocido sobre estiércol de vaca (vs. 9-15). Dios también le ordenó que horadase la pared y sacase su equipaje a través de tal agujero, y Ezequiel hizo como se le mandó (12:1-7); más aún, su esposa murió repentinamente (24:16-18). Ciertamente Ezequiel era un hijo de deshonra.

Quienes ministran la palabra del Señor hoy también serán hijos de deshonra. Cuando el pueblo de Dios se encuentra en cautiverio, los que se levantan para ser ministros de Dios, sirviendo en calidad de sacerdotes y viendo las visiones de Dios, tendrán que ser objeto del oprobio del pueblo de Dios. Debido a que el pueblo de Dios que está en cautiverio se encuentra en deshonra, los ministros de Dios también sufrirán deshonra al ministrar las palabras de Dios.

Aunque Ezequiel era hijo de deshonra que sufrió vergüenza y deshonra, el Dios todopoderoso era su fortaleza. Debido a que fue fortalecido por Dios, Ezequiel pudo ser fuerte en medio de tal deshonra. Como hombre a quien Dios fortaleció y dio poder, Ezequiel pudo soportar la vergüenza y deshonra a fin de cumplir su ministerio como profeta de Dios, el oráculo de Dios.

(Estudio-vida de Ezequiel, capítulo 2, por Witness Lee)