Estudio-vida de Ezequiel, por Witness Lee

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LA COORDINACIÓN SE REALIZA EN EL PODER, FUERZA Y SUMINISTRO DIVINOS

Ezequiel 1:11b dice: “Cada uno tenía dos alas que se unían la una a la otra, y dos que cubrían su cuerpo”. Aquí vemos que dos de sus alas le sirven para moverse, y este mover se efectúa en coordinación. Por medio de dos de sus alas ellos se mantienen unidos entre sí y, de este modo, están en coordinación. Como vimos, los seres vivientes se valen de las otras dos alas para cubrirse.

También hemos visto que en el Antiguo Testamento las alas de águila representan el poder divino, la fuerza divina y el suministro divino. Esto indica que los seres vivientes no realizan su coordinación inmersos en sí mismos. En sí mismos, ellos carecen de la capacidad de estar en coordinación. Su coordinación es realizada en el poder divino, en la fuerza divina y en el suministro divino debido a que las alas de águila son el medio por el cual ellos coordinan entre sí. Por tanto, su coordinación no depende de ellos mismos; no depende de lo que ellos sean o puedan hacer. Su coordinación depende de las alas de águila. Las alas de águila son el medio por el cual ellos coordinan y se mueven como una sola entidad. Dios mismo es el poder y la fuerza, y es por este poder y fuerza divinos que ellos están en coordinación.

Vemos el mismo principio en el tabernáculo. El tabernáculo fue erigido teniendo cuarenta y ocho tablas coordinadas para conformar una sola entidad. Dichas tablas estaban en coordinación para conformar un solo edificio no por sí mismas, sino en virtud del oro que las recubría (Éx. 26:29-30). Todas las tablas estaban recubiertas de oro. Sobre el oro que las recubría había anillos de oro, y las barras de oro pasaban a través de los anillos de oro. Así pues, el oro permitía que todas las cuarenta y ocho tablas estuvieran en coordinación conformando una sola entidad. El oro que las recubría representa la naturaleza divina e indica que Dios mismo es el factor de coordinación que hace que todas las partes del edificio divino constituyan una sola entidad.

En sí mismos, los seres vivientes están separados y son meros individuos; pero con las alas de águila, ellos están coordinados como un solo cuerpo. Esto indica que la coordinación entre nosotros, los cristianos, no es algo que proceda de nosotros mismos. Lo que tenemos en nosotros mismos no sirve para coordinar sino que, por el contrario, nos divide. Todo lo que seamos en nosotros mismos, todo cuanto tengamos en nosotros mismos y todo cuanto hagamos en nosotros mismos no resulta en coordinación, sino en división y separación. Sin embargo, tenemos alas de águila, y con las alas de águila podemos ser uno y podemos estar en coordinación.

(Estudio-vida de Ezequiel, capítulo 7, por Witness Lee)