Evangelio de Dios, El, por Watchman Nee

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LA BIBLIA HACE QUE CREAMOS EN LA RESURRECCION

Yo soy uno que predica la cruz. Entre nosotros, muchos colaboradores también predican la cruz. En la actualidad somos los que creen en la cruz. Creemos que Su muerte nos ha salvado. El no murió para Sí. Por el contrario, El murió para redimirnos. Pero déjenme hacerles una pregunta. ¿Pueden encontrar en la Biblia un versículo que diga que debemos creer que el Señor Jesús murió por nosotros? ¿En qué parte del Nuevo Testamento dice que debemos creer en la muerte del Señor? No existe. Esto es muy extraño. No hay ni siquiera un versículo en todo el Nuevo Testamento que nos diga que debemos creer que el Señor murió por nosotros. No me mal entiendan y piensen que desprecio la obra de la cruz. Estoy a favor de la obra de la cruz. Pero debemos prestar atención a la palabra de la Biblia. No hay ni un solo lugar en el Nuevo Testamento que diga que debemos creer que el Señor Jesús murió por nosotros. Hay un sin número de lugares en la Biblia que nos dice que Jesús murió por nosotros y por nuestros pecados. Pero no hay ni uno que diga que debemos tomar Su muerte como el objeto de nuestra fe. El Evangelio de Juan nos dice que tenemos que creer (3:15-16, 18, 36). Pero no dice nada acerca de creer en la cruz. Sólo habla de creer en el Señor.

También hay otra cosa que es igualmente extraña. El Nuevo Testamento nos dice que creamos que Dios levantó a Jesús de entre los muertos. La Biblia no dice que la cruz o la muerte del Señor Jesús es el objeto de nuestra fe. Más bien, dice que la resurrección es el objeto de nuestra fe. Creo que todos conocemos el versículo en Romanos 10:9: “Que si confiesas con tu boca a Jesús como Señor, y crees en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo”. ¿Por qué la Biblia no nos pide que creamos en la cruz del Señor? ¿Y porque nos pide que creamos en Su resurrección? ¿Por qué la Biblia nunca nos pide que creamos en la cruz del Señor Jesús? Más bien, nos pide creer que Dios lo levantó de entre los muertos. Hermanos, debemos considerar esto un poco. Esto es muy importante. Si dependiera de nuestra lectura bíblica, pensaríamos que la cruz es la cosa más importante, y que debería haber por lo menos una palabra que diga que debemos creer en la muerte del Señor en la cruz. Pero no hay nada de esto. ¿Por qué es así? Un hermano puede responder que si Cristo no hubiera resucitado, nuestra fe sería vana. Es verdad que dice dos veces en 1 Corintios 15 que si Cristo no hubiera sido levantado, entonces nuestra fe sería vana (vs. 14, 17). Pero esta palabra no nos ayuda a resolver el problema. Por el contrario, agranda nuestro problema. Si no existe la resurrección, nuestra fe es vana. Por lo tanto, la resurrección es algo que debemos creer. Sabemos que la redención es un asunto entre Dios y el Señor Jesús. No es la demanda de Dios sobre el hombre. La redención no es algo que el Señor hizo para satisfacer el corazón del hombre. Consiste en el hecho de que el Señor Jesús satisfizo la demanda de Dios en cuanto a la santidad, la justicia y la gloria. La muerte del Señor y la obra redentora que El cumplió son transacciones que ocurrieron entre Dios y el Señor Jesús. No es algo que suene como el objeto de nuestra fe. La base de nuestra fe consiste en que Dios levantó a Jesús de entre los muertos.

Por lo tanto, hoy día nuestra fe no está en la sangre del Señor Jesús, la cual nos redime del pecado. Nunca podremos entender por completo este asunto. Incluso alguien tan espiritual como Andrew Murray, que conoció a Dios muy bien, dijo que no sabía cuánto valor hay en la sangre del Señor Jesús. Incluso dijo que cuando iba ante Dios, sólo podía orar: “Dios, no sé cuánto vale la sangre de Tu Hijo ante Ti. Pero pido que todo el valor de la sangre de Tu Hijo sea revelada en mí”. La sangre del Señor vale tanto que aunque hable mucho, no podría recibir todo lo que El ha hecho, y Su obra estaría limitada por mi hablar.

Nosotros no conocemos el valor de la sangre. Pero sí conocemos el valor de la resurrección. La sangre del Señor satisfizo la demanda de Dios, pero no sabemos cuánto se demandaba. Pero sí sabemos cuánta satisfacción trae. No sé cuánto debía. Tal vez debía diez talentos o tal vez diez millones de talentos. Pero sé que la muerte del Señor es suficiente para salvarme. ¿Cómo sé esto? Es porque El ha resucitado. Yo no confío en si el dinero que deposito en el banco es suficiente o no. No confió en esto. Tampoco tengo que confiar en si todo el dinero que deposité era verdadero. En lo que confío es que Dios no me dará un recibo falso. Aun si la redención del Señor estuviese mal, cualquiera que fuese el error, Dios nunca daría un recibo equivocado. Por tanto, aunque no sepa cuánto la sangre ha alcanzado la demanda de Dios, yo sé que ha satisfecho Su demanda. Si el Señor no ha satisfecho a Dios, El no lo habría resucitado. Por lo tanto, usted puede creer de la manera más ignorante. No tiene que preguntar si la sangre del Señor es suficiente, o si la obra redentora del Señor fue aprobada. Lo único que tiene que preguntar es si Dios levantó al Señor. Puesto que el Señor Jesús ha resucitado, lo único que usted tiene que hacer es creer. Nosotros creemos en la resurrección. Por esto la Biblia sólo nos exige creer en la resurrección; no nos exige que creamos en la cruz. La obra de la cruz sólo nos hace saber lo que el Señor ha hecho ante Dios. Lo que predicamos y creemos es la resurrección del Señor Jesús. Esto incluye Su muerte y Su vida. Una vez que veo el recibo, sé inmediatamente que la cantidad es adecuada y que todos los billetes son verdaderos.

Esta noche puedo dormir bien porque el Señor Jesús ha resucitado. Si El no hubiera resucitado, aunque hubiera muerto para redimirnos, aún no podríamos dormir en paz. ¿Cómo sé que Su sangre es suficiente? ¿Cómo sé si el problema del pecado está resuelto? ¡Aleluya! Hay resurrección. Debido a que somos justificados, El resucitó. Así que, creemos en Su resurrección. No sé cuántos de los presentes están aún preocupados por su salvación, aún dudan y no están seguros. Cuando usted se pregunta si ha confiado en Jesús, puede decir que sí. Cuando usted se pregunta si cree que Jesús murió por usted, también puede decir que sí. Pero aún tiene una pregunta en usted. Tal vez piense que creer en Jesús no sea suficiente para perdonar sus pecados, que aún debe hacer algunas buenas obras. Tal vez piense esto y aquello. Pero solamente debe saber una cosa. ¿Por qué Dios levantó al Señor Jesús? ¿Por qué Dios entregó un recibo? El hecho de que Dios está dispuesto a entregar un recibo prueba que el monto que usted ha depositado está bien. Cuando Dios levantó a Su Hijo de los muertos, probó que la redención que Su Hijo cumplió era justa. Dios no puede hacer nada injusto. La resurrección prueba que la obra del Señor Jesús es efectiva ante Dios. Es por esto que el Nuevo Testamento subraya tanto que creamos que Dios levantó a Su Hijo de los muertos.

Los dos versículos que mencionamos anteriormente en 1 Corintios 15 son preciosos. El versículo 14 dice: “Y si Cristo no resucitó, vana es nuestra proclamación, vana es también vuestra fe”. Luego el versículo 17 dice: “Y si Cristo no resucitó, nula es vuestra fe”. Si Cristo no resucitó, uno no sabrá en qué se convirtieron las cosas que creyó. Otra cosa maravillosa que se ve en 1 Corintios 15:3 dice: “Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras”. Pero en el versículo 17 dice: “Si Cristo no resucitó ... aún estáis en vuestros pecados”. ¿No se contradicen estos dos versículos? El versículo 3 dice que El murió por nuestros pecados. Eso significa que El resolvió el problema de nuestros pecados. ¿Por que el versículo 17 dice que si Cristo no resucitó, aún estamos en nuestros pecados? Este versículo es muy peculiar. Tal vez usted lo cambiaría a: “Si Cristo no murió por vosotros, aún estáis en sus pecados”. Si cambiamos la palabra resucitó por murió, estaremos listos para entenderlo. Puesto que Cristo murió por nosotros, ya no estamos en pecado. Pero el versículo 3 dice que Cristo ya murió por nuestros pecados. Ahora el versículo 17 dice que sin la resurrección de Cristo, aún estamos en pecado. ¿Qué significa esto?

Amigos míos, el asunto está muy claro. Por un lado, Cristo murió por nuestros pecados. Pero ¿cuándo sabemos que ya no estamos en pecado, y cuándo sabemos que hemos sido liberados del pecado? Cuando el Señor Jesús resucitó. Cuando el Señor resucitó percibimos que fuimos redimidos de nuestros pecados. Tenemos que distinguir entre estas dos cosas. La redención y la liberación del pecado ante Dios se debe a la muerte del Señor; no se debe a Su resurrección. Pero para nosotros, más que Su muerte, es la resurrección del Señor lo que percibimos. Para mi acreedor, el momento en que la deuda se salda es cuando él ve el dinero. Pero para mí, se salda cuando veo el recibo. Mi acreedor sólo ve el dinero, y yo sólo veo el recibo. Los ojos de Dios sólo ven la muerte del Señor Jesús, y nuestros ojos sólo ven Su resurrección. Dios no necesita la resurrección del Señor como Su prueba. El sabe muy bien que la muerte del Señor es adecuada para la redención. El problema radica en que nosotros no sabemos. Un recibo no se escribe para el que recibe el dinero. Se escribe para el que paga la deuda. No hay recibo para el acreedor. Todos los recibos se hacen para los deudores. Se hacen para darle al deudor paz mental. Así que, ante Dios la muerte del Señor es suficiente para nuestros pecados. Mientras El muera, Dios estará satisfecho. La resurrección nos dice que El está satisfecho, que la muerte del Señor nos ha redimido de los pecados. Pero si el Señor no resucitó, aunque hubiésemos sido redimidos de nuestros pecados, aún no lo sabríamos. Con la muerte del Señor, el problema del pecado está resuelto para siempre ante Dios. Sin la resurrección, no tendríamos la confianza de que nuestros pecados estuvieran resueltos. El hecho del perdón recae en Su muerte. La seguridad del perdón recae en Su resurrección. La muerte del Señor nos redime de los pecados, y la resurrección del Señor nos permite saber que hemos sido redimidos de nuestros pecados.

(Evangelio de Dios, El, capítulo 7, por Watchman Nee)