Evangelio de Dios, El, por Watchman Nee

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SOMOS LA CASA ESPIRITUAL QUE DIOS ESTA EDIFICANDO

En quinto lugar, la iglesia no solamente es un Cuerpo. Cuando todos los cristianos son reunidos delante de Dios, llegan a ser un templo. Cada cristiano es una piedra, y la iglesia es la casa espiritual que Dios está edificando. El Señor Jesús es el fundamento de este templo espiritual. El es una gran roca. Cada uno de nosotros los cristianos es una piedra pequeña edificada sobre el Señor Jesús para llegar a ser el templo de Dios y Su habitación. De esto se habla en 1 Pedro 2:5. Si existiera la posibilidad de que un cristiano pereciera, el templo de Dios volvería más desagradable que nuestro ruinoso salón de reunión; en un minuto serían quitadas las piedras y en otro serían puestas de nuevo y las paredes estarían llenas de hoyos. Si ése fuera el caso, ¿por qué Dios no tomaría una decisión antes de salvar al hombre? Dios tiene la intención de que seamos edificados como casa espiritual. Si es una casa espiritual, entonces ninguna piedra puede perderse. Si alguna piedra se pudiera perder, la casa espiritual tendría problemas y no alcanzaría el nivel apropiado.

En 1 Reyes 6:7 del Antiguo Testamento se nos dice cómo fue edificado el templo de Salomón. El capítulo cinco relata cómo Salomón envió hombres a las montañas para cortar piedras. Las piedras se cortaron en el monte. En el capítulo seis se nos dice que las piedras fueron llevadas al monte Moriah para la edificación. Así que, cuando se edificaba el templo no se oía ruido de ningún instrumento de hierro. No hubo necesidad de ningún corte adicional. Antes de que los materiales fueran llevados a la edificación, los artesanos experimentados habían calculado exactamente y lo habían preparado todo en el monte. No era necesario mejorar nada; todo fue hecho de manera apropiada. Si mientras se edificaba el templo terrenal, los hombres expertos de Salomón pudieron cortar las piedras tan bien que fueron exactas en cada lado y no hubo necesidad de mejoramiento, ¿acaso puede Dios cambiarnos, las piedras vivas, cada dos o tres días cuando edifique el templo espiritual? ¿Acaso Dios podrá equivocarse? ¿Acaso no sabrá Dios cómo calcular? ¿Es Dios peor que el hombre? En el Antiguo Testamento, Dios dio al hombre la tarea de edificar. En el Nuevo Testamento, El mismo edifica. ¿Acaso es la propia obra de Dios inferior a la del hombre? Si los creyentes son las piedras para la edificación de la casa espiritual, ¿pueden perderse? Por lo tanto, si estamos en el templo de Dios, nunca podemos perdernos.

(Evangelio de Dios, El, capítulo 15, por Watchman Nee)