OPOSICION A LA SALVACION ETERNA
DEBIDO A LA IGNORANCIA DE ELLA
En una ocasión escuché a un evangelista de Shanghái decir que la enseñanza de “una vez salvo, eternamente salvo” hace que una persona sea irresponsable, suelta y descuidada. Solamente puede hacer tal declaración porque no entiende completamente la Palabra de Dios. Solamente aquellos que no entienden la salvación de Dios pueden decir que un hombre será irresponsable y suelto debido a que sabe que él es eternamente salvo.
Tales personas ignoran por lo menos tres cosas. Primero, ignoran el camino de la salvación de Dios. No saben cómo Dios los ha salvado. Al decir esto, no estamos hablando con respecto a la manera de ser preservado, sino a la manera en la cual Dios nos ha salvado. Dios no nos amenaza con ir al infierno a fin de ganar nuestra fe en Jesús. El no nos asusta para que vayamos al cielo. El hombre siempre piensa que si él no se arrepiente de sus pecados, no cambia un poco, y no lleva a cabo obras de mérito, no puede ser salvo. Por esta razón, él continua buscando maneras para ser salvo. ¿Es ésta la manera en que Dios nos salva? ¿Pone Dios el asunto del pecado continuamente delante del hombre amenazándolo para que lo resuelva inmediatamente? ¿Amenaza Dios a la gente con el tribunal y Su ira, reprimiéndolos de hacer varias cosas, y manteniendo en suspenso a aquellos que no saben qué les espera en el futuro, haciéndolos luchar con todas sus fuerzas? Si un hombre conoce un poco de Dios, dirá mil veces no a estas preguntas. Aquellos que no conocen a Dios dirán que es una buena manera hacer que el corazón del hombre tema y tiemble y esté en suspenso, sin saber qué le espera más delante. Sin embargo, aquellos que entienden la salvación de Dios saben que esto es una información maligna del infierno. Esto no es las buenas nuevas. Dios dijo que el juicio ha terminado. El problema del pecado está resuelto. El camino de la salvación de Dios no es mantenernos en suspenso ni asustarnos del juicio. El nunca nos ha obligado a la santidad, justificación, y santificación. El dijo que todo está preparado. Los siervos dijeron que todo está listo (Lc. 14:17); Dios ha preparado todo. Ahora El viene para darle cosas a usted. Sin embargo, hoy día hemos cambiado las cosas. Pensamos que el hombre puede ser asustado para hacer el bien. Por favor recuerde que un hombre solamente puede ser asustado para hacerlo flaquear, pero nunca puede ser asustado para que haga el bien.
Segundo, las personas mencionadas anteriormente, no solamente ignoran el camino de la salvación de Dios, sino que también ignoran el contenido de esta salvación. ¿Qué es la salvación? No es solamente el asunto de que Dios resuelve nuestro problema de pecado mediante Su Hijo. La salvación no solamente hace que nuestros pecados sean perdonados, también nos da vida eterna. La salvación de Dios nos justifica, y también nos da al Hijo de Dios, poniéndolo dentro de nosotros. La salvación no solamente hace que no seamos condenados por Dios, sino que pone al Espíritu Santo dentro de nosotros. No solamente nos capacita para que vivamos eternamente en el futuro, sino que hoy ha impartido la naturaleza de Dios dentro de nosotros. Este es el contenido de la salvación. No solamente tenemos el perdón y la justificación, y no solamente no somos condenados ni juzgados, sino que tenemos la naturaleza de Dios, Cristo y el Espíritu Santo dentro de nosotros. Como resultado, el hombre espontáneamente tiene un deseo nuevo, una inclinación nueva y una aspiración nueva. La salvación de Dios agrega algo nuevo dentro de nosotros.
Algunos han dicho que la salvación es objetiva. Sin embargo, existen muchos aspectos de la salvación que también son subjetivos. La salvación no solamente ha resuelto el problema del pecado delante de Dios, también ha resuelto muchos otros problemas dentro de nosotros. Dentro de nosotros, ahora tenemos una vida nueva, una naturaleza nueva, el Señor, y el Espíritu Santo. Debido a que éste es el caso, ¿podemos ser irresponsables? No estoy diciendo que un cristiano nunca peca. Sin embargo estoy diciendo que si un cristiano peca, eso es un sufrimiento para él. No es un gozo. Si un hombre piensa que él ha recibido el permiso y el certificado para pecar porque sabe que es eternamente salvo, y si tal persona no siente nada cuando peca, no tiene el sentir de sufrimiento, dudo que tal persona sea un verdadero hijo de Dios. Estoy diciendo que una persona es eternamente un hijo de Dios solamente después de que él ha llegado a ser primero un hijo de Dios. No estoy diciendo que una persona puede ser hijo de Dios eternamente sin haber sido nunca un hijo de Dios. El Señor está dentro de nosotros. El nos prohíbe pecar.
Tercero, una persona como la que se mencionó anteriormente no conoce el resultado de la salvación de Dios. Para los que hemos sido salvos por Dios, indudablemente hay una consecuencia, un resultado. ¿Cuál es este resultado? Después de que un hombre es salvo, ¿puede quebrantar la ley simplemente porque ahora él está justificado en Cristo? ¿Puede libremente transgredir los Diez Mandamientos desde al principio hasta el fin? ¿Puede él hacer todo lo que quiera? Por favor lea las palabra de Pablo en Filipenses 3:6 al 9: “En cuanto a celo, perseguidor de la iglesia; en cuanto a la justicia que es en la ley, llegue a ser irreprensible. Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo. Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo, y ser hallado en El, no teniendo mi propia justicia, que es por la ley, sino la que es por medio de la fe en Cristo, la justicia procedente de Dios basada en la fe”. Pablo tenía justicia por medio de la fe en Cristo. El recibió la justicia mediante la fe en Dios, y no por medio de las obras de la ley. Entonces, ¿era él libre para hacer todo y para ser irresponsable y suelto simplemente por esto? El dijo que todas las cosas que eran para él ganancia, las había contado como pérdida por causa de la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús. Por causa de Cristo, sufrió la pérdida de todas las cosas y las contó como basura. Por lo tanto, con cada cristiano regenerado, maduro o inmaturo, existe el deseo de ser santo, de amar a Dios, y un corazón para agradar a Cristo. No sé por qué es así. Solamente sé que éste es el resultado de la salvación.
Usted quizás piense que debido a que Pablo era un apóstol, era capaz de hablar como lo hizo en Filipenses 3. Veamos a los creyentes ordinarios. Segunda Corintios 5:14-15 dice: “Porque el amor de Cristo nos constriñe, habiendo juzgado así: que uno murió por todos, por consiguiente todos murieron; y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para Aquel que murió por ellos y fue resucitado”. Aquí Pablo nos dio una respuesta. Un hombre no será irresponsable y suelto simplemente porque Dios lo ha salvado y Cristo ha resucitado por él. Al contrario, debido a la muerte y resurrección de Cristo, una persona “vivirá para Aquel que murió y resucitó por él”. Mientras él está viviendo sobre la tierra, no vive para sí mismo, sino para el Señor, quien ha muerto y resucitado por él.
Por lo tanto, las razones por las cuales una persona puede decir que él puede ser irresponsable debido a que sabe que es eternamente salvo son las tres cosas siguientes: Primero, él ignora el camino, el proceso, de la salvación; segundo, no conoce el contenido de la salvación; y tercero, no conoce el resultado de la salvación, es decir, no sabe lo que la salvación puede hacer por el hombre. Si usted ve estas tres cosas, inmediatamente verá que la salvación eterna no solamente lo guarda de la impiedad, sino que también lo hace piadoso. La salvación eterna nos guardará de ser irresponsables y nos hará sobrios.
Pedro nos dijo en su carta: “Pero nosotros esperamos, según Su promesa, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia” (2 P. 3:13). ¿Somos libres para ser irresponsables ahora que sabemos a dónde vamos? En el siguiente versículo Pedro continúa al decir: “Por lo cual, oh amados, estando en espera de estas cosas, procurad con diligencia ser hallados por El en paz sin mancha y sin defecto”. Ya que sabemos que estaremos con El, no podemos ser sueltos o impíos. Si no sabemos a dónde vamos, andaremos dando vueltas en círculos. Sin embargo, todo el que tiene una meta, que sabe a dónde va, sin duda escoge el camino más recto.
(
Evangelio de Dios, El, capítulo 17, por Watchman Nee)