A DIOS NO LE INTERESA LO CORRECTO
NI LO INCORRECTO SINO CRISTO
En nuestro ser natural no podemos evitar el concepto de lo correcto y lo incorrecto. Nos inclinamos a pensar que si hacemos lo correcto, agradamos a Dios, y que si hacemos algo bueno, estamos bajo Su resplandor. Raras veces nos damos cuenta lo que a Dios le interesa trasciende lo que es bueno y va más allá de lo correcto e incorrecto. A lo que a Dios le presta atención es si las cosas que hacemos proceden de Cristo o de nosotros mismos. Según nuestro modo de pensar, Dios rechaza lo incorrecto y acepta lo correcto. Sin embargo, según la perspectiva divina, únicamente lo que procede de Cristo es aceptable, mientras que todo lo que procede de nosotros mismos, sea bueno o malo, es completamente rechazado por Dios. La perspectiva de Dios es distinta de la del hombre. El criterio de Dios no se basa en lo correcto o incorrecto ni en lo bueno o lo malo; Su criterio se basa en Cristo. Todo lo que no proceda de Cristo, sea bueno o malo, no es aceptable delante de Dios. Únicamente lo que hagamos en Cristo y por Cristo en nuestro vivir puede ser aceptado por Dios. En resumen, lo que Dios desea ver en nosotros no es lo que nosotros mismos expresamos en nuestro vivir, sino lo que Cristo expresa en nuestro vivir por medio de nosotros.
(Cristo crucificado, El, capítulo 5, por Witness Lee)