Cristo crucificado, El, por Witness Lee

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PERMANECEMOS EN EL SEÑOR A FIN DE LLEVAR MUCHO FRUTO

Muchos cristianos a menudo preguntan: “¿Qué quiere el Señor que hagamos?”. El Señor dijo que si alguno permanecía en Él, Él también permanecería en él. Lo que el Señor quería decir era muy claro: Él quiere que permanezcamos en Él. ¿Qué significa permanecer en Él? La palabra permanecer es fácil de comprender. Por ejemplo, si usted permanece en su casa, eso significa que usted y su casa están unidos. Cuando usted permanece en su casa, usted y su casa llegan a ser uno. Por lo tanto, permanecer en el Señor alude a nuestra unión con Él. Una vez que nos unamos al Señor, espontáneamente llevaremos fruto.

¿Qué significa llevar fruto? Con respecto a los pámpanos de la vid, llevar fruto significa que la vid se expresa por medio de los pámpanos, que la vida que está en la vid se expresa y puede ser vista. Cuando los pámpanos permanecen en la vid, llevan fruto, y la vida que está en la vid se expresa por medio de los pámpanos. Éste es el significado cristalizado de la vid, la esencia de la vid. El fruto que una persona produce mientras permanece en el Señor es el desbordamiento de la vida del Señor, es la vida del Señor que pasa por medio de él y rebosa en él. Lo que rebosa en él es la vida de Cristo, la esencia de Cristo y Cristo mismo.

Basándonos en este principio, debemos examinar nuestro andar diario para ver si éste es Cristo mismo y si la vida de Cristo pasa a través de nosotros y fluye de nuestro interior. En principio, nuestra vida y nuestra obra cristiana deben emanar de nuestra unión con Cristo, deben ser el resultado de que nosotros permanezcamos en Cristo y de que Cristo permanezca en nosotros, de una unión entre dos personas. El resultado de esta unión es el desbordamiento en nuestro vivir cristiano de la vida de Cristo, de la naturaleza de Cristo y de Cristo mismo.

Cuando conectamos una lámpara eléctrica a la electricidad, la lámpara permanece en la electricidad y también la electricidad permanece en la lámpara; las dos se unen. El resultado de dicha unión es que la lámpara eléctrica exhibe y expresa la electricidad que está en ella. Esta exhibición y expresión de la electricidad es el “fruto” que produce la lámpara, el efecto que produce la lámpara. Cuando este efecto de la lámpara se hace visible, llega a ser la función que cumple la lámpara. La función de la lámpara consiste en expresar la electricidad que la llena internamente. El fruto que la lámpara produce y el efecto que produce delante de los hombres es la manera en que ella exhibe todo lo que está en su interior.

Éste es el mejor ejemplo que describe nuestra relación con Cristo. Permanecemos en el Espíritu de Cristo, y Cristo también permanece en nuestro espíritu. Esto es comunión y unión. El resultado de tal comunión y unión es que tenemos el cristal de la vida de Cristo en nosotros. Este cristal es el fruto que llevamos, el cual es Cristo mismo. Éste es el principio que rige nuestra vida y obra.

(Cristo crucificado, El, capítulo 13, por Witness Lee)