Cristo crucificado, El, por Witness Lee

Más extractos de este título...

LA ENTRADA AL ESPÍRITU

En segundo lugar, aunque en los Evangelios vemos que el Señor le dio mucha importancia al asunto del corazón, en Hechos y en las Epístolas, vemos que el Señor trata el asunto de nuestro espíritu. Esto tiene un doble significado. Por un lado, el Espíritu de Dios entra en nosotros para llenarnos, y por otra, nosotros entramos en el Espíritu Santo a fin de conocer las cosas espirituales y para tener visión, revelación y entendimiento espirituales.

Este punto es más avanzado que el anterior, pues el amor que tenemos por sí solo no es suficiente. Si únicamente amamos al Señor, es posible que todavía estemos vacíos interiormente debido a que el Espíritu aún no ha entrado en nosotros. Asimismo, si nosotros no entramos en el Espíritu Santo, no podremos tener el debido conocimiento. Nuestro entendimiento de los asuntos y cosas espirituales sería muy superficial y limitado, y espiritualmente no estaríamos firmemente arraigados. Para ello se requiere mucha oración. Que el Señor nos introduzca en el Espíritu Santo de modo que seamos llenos del Espíritu Santo y tengamos un espíritu abierto, no sólo para oír doctrinas, sino también para ver la luz, para ser llenos del Espíritu Santo y para entrar en la realidad espiritual.

(Cristo crucificado, El, capítulo 7, por Witness Lee)