Cristo crucificado, El, por Witness Lee

Más extractos de este título...

AMAR AL SEÑOR CON TODA PUREZA

¿Cómo podemos experimentar la cruz? Las experiencias espirituales de una persona empiezan cuando ella empieza a amar al Señor. Este amor debe ser puro y sencillo. Muchos cristianos aman al Señor con un amor que no es muy puro. Algunos podrían preguntar: “¿Quiere usted decir con eso que yo tengo un motivo oculto al amar al Señor?”. No, eso no es lo que quiero decir. Sin embargo, muchos cristianos aman al Señor con un amor que está mezclado con sus preferencias y, por lo tanto, no es un amor puro. Nuestro amor por el Señor debe ser puro. No debemos desear nada que no sea Él, ni siquiera algo que sea para nuestro disfrute espiritual. Lo único que debemos desear es el Señor mismo. Nuestro corazón debe estar listo para decir: “Oh Señor, deseo Tu voluntad cualquiera que ella sea, y rechazo todo lo que no sea Tu voluntad”. Si simplemente amamos al Señor, recibiremos luz para ver que todo aquello que procede de nuestro yo ya ha sido puesto en la cruz; por lo tanto, rechazaremos todo lo que proviene de nosotros mismos. Una vez que tengamos esta luz, tendremos el sentir en nuestra vida cotidiana de todo aquello que proviene de nuestro yo, y tan pronto tengamos este sentir, debemos tomar nuestra cruz y obedecer a dicho sentir. Si no hacemos caso a este sentir ni lo obedecemos, eso significa que nos hemos bajado de la cruz y que en ese momento estamos separados de la cruz.

(Cristo crucificado, El, capítulo 5, por Witness Lee)