Cómo reunirnos, por Witness Lee

“FUERA DEL CAMPAMENTO” Y “DENTRO DEL VELO”

La carga y el concepto del escritor de Hebreos es lo siguiente: ustedes, creyentes judíos, tienen que ser traídos de regreso a este Cristo maravilloso, quien es muy superior a todo cuanto ustedes tienen en el judaísmo. Lo que el judaísmo tiene es bueno, pero lo que nosotros tenemos es superior tanto en calidad como en cantidad. ¿Por qué todavía se aferran a lo que es plata? ¿Por qué no lo dejan y reciben el oro? Pero para hacer esto, es necesario que ustedes primero comprendan que el judaísmo, la mejor de las religiones e incluso una religión genuina, es un campamento que ha rechazado a Jesús. Jesús fue crucificado en las afueras de la ciudad de Jerusalén; lo cual quiere decir que Él fue rechazado por el judaísmo. Él era la verdadera ofrenda por el pecado, la cual conforme a la tipología tiene que ser incinerada fuera del campamento. Jesús verdaderamente fue tratado de este modo: Él fue echado fuera de la ciudad, de Jerusalén; Él salió fuera de aquel campamento llevando la cruz. Tal fue Su vituperio (13:11-13). Si ustedes desean disfrutar a este Jesús, ¿cómo podrían permanecer todavía dentro del campamento? He aquí el pensamiento del escritor de Hebreos. Siempre y cuando uno insista en conservar los elementos del judaísmo, se mantiene dentro del campamento y se separa de Jesús. Hoy en día Jesús no está dentro del campamento; Jesús no está en el judaísmo ni en ninguna otra clase de organización religiosa. Como Precursor, Él entró por nosotros hasta dentro del velo (6:20; 8:1-2); Él está allí en el Lugar Santísimo, no en el campamento.

Tenemos que comprender que hoy en día el Lugar Santísimo tiene dos extremos, uno en los cielos y el otro en nuestro espíritu. Siempre que estamos en el espíritu, estamos en los cielos; siempre que estamos en los cielos, podemos estar seguros de estar en el espíritu. Si hoy en día el Lugar Santísimo estuviera únicamente en los cielos, ¿cómo podríamos tener confianza para entrar en él, según se nos exhorta en Hebreos 10:19? Si estuviera únicamente en los cielos, tendríamos que esperar. Pero, ¡alabado sea el Señor!, un extremo del Lugar Santísimo está en la tierra, en nuestro espíritu. Los cielos y nuestro espíritu están conectados entre sí. Cuando estamos en el espíritu, estamos en los cielos; cuando estamos en el espíritu, estamos en el Lugar Santísimo. En un sentido, Cristo está en los cielos; en otro, aunque está en los cielos, Él está en nuestro espíritu. Así pues, dejemos el campamento, dejemos el judaísmo, dejemos el cristianismo, dejemos toda clase de organización religiosa y entremos al lugar al que Jesús entró, es decir, hasta dentro del velo. Tenemos que abandonar todo campamento y volvernos al espíritu.

Si ustedes todavía permanecen en cualquier clase de organización cristiana y hacen uso de su mente al reflexionar en torno a Cristo y la iglesia, jamás podrán tener un claro entendimiento de estas cosas, pues carecerán de la visión de Jesús. Encontramos la visión de Jesús en la isla de Patmos, fuera del judaísmo, fuera de toda organización religiosa. Tenemos que salir a Él fuera del campamento, llevando Su vituperio (13:13). Si ustedes simplemente dejan el campamento para seguirle a Él, estarán en los cielos y, por tanto, en su espíritu, en el Lugar Santísimo. Aquí ustedes podrán contemplar al Señor, permanecer con Él, ser partícipes de Su persona y disfrutarle. Aquí ustedes tendrán acceso al trono de la gracia, donde hallarán la gracia para atender oportunamente vuestras necesidades; aquí podrán disfrutar al Espíritu de gracia y podrán gustar de todas las cosas celestiales, de la buena palabra de Dios y de los poderes del siglo venidero.

Si usted es tal clase de persona, ¿piensa que podría mantenerse callado en las reuniones? Si es tal clase de persona, ¿quién o qué podría impedirle que alabe al Señor? Rebosará su corazón un tema bueno, y su lengua será pluma de ágil escribiente. Tendrá muchas alabanzas, y Cristo será el sacrificio de su alabanza. Sus alabanzas no serán alabanzas huecas y vacías, sino llenas de Cristo como el contenido.

No solamente los judíos, sino todos y cada uno de nosotros necesitamos recibir una visión interna que nos permita ver que Cristo es superior a todo y a todos en todo aspecto. En segundo lugar, tenemos que considerarle, tenemos que ser partícipes de Él, tenemos que disfrutarle, tenemos que fijar nuestros ojos en Él y salir a Él. Pero no podremos hacer nada de esto si permanecemos dentro del campamento. Es imprescindible que salgamos del campamento y entremos hasta dentro del velo. Me gustan estas dos frases: fuera del campamento y dentro del velo. ¿Están ustedes verdaderamente fuera del campamento? Si están dentro del campamento y en la parte de afuera del velo, perderán la presencia de Cristo y el disfrute de Cristo. Si han de disfrutar de Él y de Su presencia, deberán estar fuera del campamento y dentro del velo. Aprendan a conocerle y a disfrutarle, entonces vuestro corazón rebosará tema bueno y alabanzas con respecto a Cristo. Las alabanzas que ofrecen harán callar a todos los enemigos y los aplastarán como zorras pequeñas.

(Cómo reunirnos, capítulo 17, por Witness Lee)