LOS ELEMENTOS DEL JUDAÍSMO
El judaísmo era verdaderamente, y sin duda alguna, algo bueno, pues en él se hallaba al verdadero Dios y a la ley de Dios, las palabras de Dios y los escritos de Dios. Es posible que haya miles de libros en toda la tierra, pero ninguno de ellos fue escrito por Dios. Sin embargo, el judaísmo tiene las santas escrituras de Dios, Su Palabra divina. ¡Cuán maravilloso es esto! En el judaísmo también se encuentra la manera en que se debe adorar a Dios, los sacrificios, las ofrendas y todas las ordenanzas establecidas por Dios. Esto es completamente ajeno al mundo pagano, pues representa aquello que fue dispuesto, revelado y establecido por Dios mismo. Además de todo esto, en el judaísmo se encuentran las santas instrucciones sobre cómo uno debe comportarse tanto delante de Dios como delante de los hombres. En resumen, el judaísmo involucra por lo menos las siguientes cuatro cosas: Dios mismo, los escritos divinos, la manera divina en que la gente debe adorar a Dios y las mejores instrucciones sobre el comportamiento humano. Además, el judaísmo también puede jactarse de los ángeles. Éstas son las cosas que incluso en aquel entonces resultaban muy atractivas.
Durante los primeros días de la iglesia, los creyentes judíos creían en el Señor Jesús, pero no pudieron liberarse de aquellos elementos del judaísmo que les resultaban tan atractivos. ¿Quién o qué podría compararse con estos cinco elementos? Nada que procediera del oriente o del occidente. Los paganos tenían todos los demonios, pero los judíos tenían a todos los ángeles. A menos que se les pudiera ofrecer algo mejor, ¿cómo se les podría convencer? Si lo que ellos tienen es plata y lo que usted tiene es meramente barro, ¿podría usted persuadirlos a cambiar su plata por barro? La mejor manera de convencer a quienes poseen plata es mostrarles oro, una cantidad sustantiva de oro. Éste era el concepto del cual estaba imbuido el escritor del libro de Hebreos: lo que los creyentes judíos tenían era plata, pero él tenía oro.
(Cómo reunirnos, capítulo 17, por Witness Lee)