EL CAMINO DEL REINO
¿Cuál es la manera de inaugurar el reino y establecer la iglesia? Es simplemente impartir en otros al Rey Jesús como la semilla del reino. Jesús es el Rey, y Él también es la semilla del reino. Cuando fuimos salvos, esta semilla de realeza fue sembrada en nuestro ser. Ninguno de los reyes de este mundo podría reinar sobre nuestra vida familiar, nuestra vida de hogar. El presidente de los Estados Unidos jamás entraría a nuestra cocina. Pero el Rey Jesús no sólo entra a nuestra cocina, sino también a todos los rincones de nuestra casa. A Él le interesa cada detalle por más pequeño que sea. Él es rey de una manera tan detallada. ¡Aleluya, Jesús es nuestro Rey! Y como nuestro Rey, Él es por un lado el Sembrador y por otro la semilla. El Rey vino como Sembrador para sembrarse a Sí mismo como semilla del reino en nuestro propio ser. Éste es el Rey y también el reino. El Rey, el reino y la semilla del reino son Jesús. ¿No es esto maravilloso?
(Cristo maravilloso en el canon del Nuevo Testamento, El, capítulo 6, por Witness Lee)