LA RELIGIÓN NO CAMBIARÁ
¡En nosotros vive una persona tan maravillosa! Él es mayor que el templo, más que Jonás y más que Salomón. Pero a pesar de cuán maravilloso es Aquel que mora en nosotros, la religión nunca cambiará y la política jamás estará de acuerdo. Cuando Jesús vino a Su propia tierra, todos los religiosos se ofendieron. “Venido a Su tierra, les enseñaba en la sinagoga de ellos, de tal manera que se maravillaban, y decían: ¿De dónde tiene éste esta sabiduría y estas obras poderosas? ¿No es éste el hijo del carpintero? ¿No se llama Su madre María, y Sus hermanos, Jacobo, José, Simón y Judas? Y Sus hermanas, ¿no están todas con nosotros? ¿De dónde, pues, tiene éste todas estas cosas? Y tropezaban a causa de Él” (13:54-57).
Además, en Mateo 14 Herodes mandó matar a Juan el Bautista. Debido a esto, Jesús supo que tenía que retirarse. “Oyéndolo Jesús, se retiró solo de allí en una barca a un lugar desierto; y cuando las multitudes oyeron esto, le siguieron a pie desde las ciudades” (v. 13).
La religión y la política jamás aceptarán al Cristo apropiado, ni tampoco aceptarán a la iglesia apropiada. Éste es el destino de Jesús, y también el destino de la iglesia hoy. El camino de la iglesia no es un camino que tiene la bienvenida de la religión y la política. Al contrario, el camino de la iglesia siempre será ignorado por la religión, incluso por el cristianismo de hoy, y sufrirá la persecución y el acoso de la política. No obstante, esto no detendrá al Señor, pues Él va a edificar Su iglesia, y las puertas del Hades jamás prevalecerán contra ella. “Yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré Mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella” (16:18).
(Cristo maravilloso en el canon del Nuevo Testamento, El, capítulo 4, por Witness Lee)