Cristo maravilloso en el canon del Nuevo Testamento, El, por Witness Lee

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EL “CORDERO-PIEDRA”

A muchos cristianos les causa inquietud el libro de Apocalipsis debido a todos los símbolos que contiene. ¿Cómo puede una cara tener siete ojos? Y estos siete ojos están en la cara de un cordero (5:6). Además, se nos dice que los siete ojos son las siete lámparas de fuego (4:5). Los siete ojos ya son bastante misteriosos, pero además de esto vemos que los siete ojos están encendidos y arden. Sin embargo, debemos comprender que casi todos los símbolos del libro de Apocalipsis ya se han mencionado en el Antiguo Testamento. No debemos tratar de ejercitar demasiado nuestra mente, sino regresar a la Palabra pura. Hay una rica mina en el Antiguo Testamento. Si excavamos esta mina correctamente, obtendremos la interpretación apropiada.

Zacarías 3:9 también nos habla de siete ojos: “He aquí la piedra que puse delante de Josué: sobre esta única piedra hay siete ojos. Grabaré su grabadura, declara Jehová de los ejércitos, y quitaré en un solo día la iniquidad de aquella tierra”. Los siete ojos aquí no están en el Cordero, sino en una piedra. En la cruz Dios grabó esta piedra para el perdón de los pecados. Por eso dijo que quitaría en un solo día la iniquidad de la tierra. Esto se refiere a la redención. Sabemos que la piedra es el material apto para el edificio de Dios. Pero antes de edificarnos, el Señor tenía que quitar nuestra iniquidad. Por lo tanto, la piedra llega a ser un cordero. Es por esta razón que los siete ojos de la piedra son los siete ojos del Cordero. En la cruz Dios grabó a Cristo para quitar la iniquidad del pueblo de Dios. Esto no sólo era necesario para la redención, sino también para el edificio de Dios. Cuando el Señor Jesús estuvo rodeado por Sus opositores, les dio a entender que Él mismo era una piedra. Les dijo que la piedra que los edificadores rechazaron había venido a ser la piedra del ángulo (Mt. 21:42). Éste es el “Cordero-piedra”. Él es tanto el Cordero como la piedra: el Cordero es para nuestra redención y la piedra es para el edificio de Dios. La redención tiene como meta la edificación. Por ende, resulta que Él es el Cordero-piedra: el Cordero-piedra que tiene siete ojos.

En el libro de Zacarías, también vemos el candelero con las siete lámparas: “Me dijo: ¿Qué ves? Y respondí: He aquí, veo un candelero todo de oro, con su tazón encima, y sus siete lámparas sobre él, con siete tubos para cada una de las lámparas que están encima de él [...] Y respondió y me habló, diciendo: Ésta es palabra de Jehová para Zorobabel, diciendo: No por la fuerza ni por el poder, sino por Mi Espíritu, dice Jehová de los ejércitos” (4:2, 6). Al leer estos versículos nos queda claro que las siete lámparas son el Espíritu del Señor. Ahora vemos que por causa del edificio de Dios y el gobierno administrativo de Dios, Su Espíritu es las siete lámparas de fuego que arden.

(Cristo maravilloso en el canon del Nuevo Testamento, El, capítulo 19, por Witness Lee)