Cristo maravilloso en el canon del Nuevo Testamento, El, por Witness Lee

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LA EDIFICACIÓN DE LA NOVIA

¿Cómo puede Cristo entrar en nosotros? Él murió por nuestros pecados en la cruz y derramó Su sangre. Luego resucitó, y mediante la resurrección llegó a ser el Espíritu vivificante (1 Co. 15:45). Este Espíritu vivificante es simbolizado por el agua. En la tipología del Antiguo Testamento, el agua viva salió de la roca hendida. Hoy en día Cristo es la roca hendida. De Él ha fluido el agua viva, el Espíritu, quien es nada menos que Él mismo. Cuando creemos en Él y lo invocamos, diciendo: “Oh, Señor Jesús”, sea que entendamos o no la justificación, somos justificados. Ahora Cristo como Espíritu ha entrado en nosotros, no como un poder o una influencia, sino como una persona viva. Ahora nosotros no sólo somos salvos, sino también regenerados. Además, esta persona viviente que está en nosotros nos hará la novia. Esto es un misterio, pero es lo que la Biblia nos dice.

La máxima consumación de la Biblia es una novia. La Nueva Jerusalén, en Apocalipsis 21 y 22, es llamada la esposa del Cordero. La Biblia concluye con la novia del Cordero de Dios.

Hoy en día Cristo labora en nosotros en las iglesias con el fin de edificar Su novia. Éste es Su propósito final. Esto quizás sea algo nuevo para usted. Es posible que algunas de estas expresiones e incluso todo este concepto le parezcan extraños, pero no se preocupe. Los cristianos han pasado por alto muchos puntos específicos de la revelación de Dios. Pero hoy el Señor en Su recobro está recobrando todas estas cosas. Él está abriéndonos todos los misterios. Todas estas verdades se basan en la Palabra pura.

Creo que ahora todos entendemos claramente de qué trata el Evangelio de Juan. En el principio, Cristo era la Palabra que era Dios, y esta Palabra se hizo carne para ser el Cordero de Dios. Luego, en la cruz Él quitó nuestros pecados, y mediante la resurrección y en resurrección llegó a ser el Espíritu vivificante. Cuando creemos en Él e invocamos Su nombre, nuestros pecados son perdonados y Él mismo entra en nosotros. Luego, a medida que Su vida opera en nuestro interior, Él edificará Su novia. Es por eso que al final del libro de Juan Él es revelado como el aliento santo. (La palabra griega traducida “espíritu” es la misma que en otros pasajes se traduce “aliento”). Después de Su resurrección, Cristo regresó a Sus discípulos, y soplando en ellos les dijo: “Recibid el Espíritu Santo” (20:22). Todo esto se nos presenta claramente en el Evangelio de Juan.

(Cristo maravilloso en el canon del Nuevo Testamento, El, capítulo 3, por Witness Lee)