UN GRAN PROBLEMA
Sin embargo, existe un gran problema. Quizás usted y yo queramos reunirnos para que se lleve a cabo la edificación apropiada de la iglesia, pero a muchos hermanos y hermanas no les guste reunirse con nosotros. En vez de ello, prefieren quedarse en la Iglesia Católica, en las denominaciones o en los grupos libres. ¿Qué debemos hacer? ¿Debemos ir a sus diferentes lugares y unirnos a ellos? Si lo hiciéramos, entonces no habría posibilidad alguna de que se llevara a cabo la edificación apropiada sobre el terreno de la unidad. Debemos seguir reuniéndonos para ser la iglesia local. Algunos dicen que una iglesia local debe incluir a todos los santos que están en esa ciudad. Estamos absolutamente de acuerdo con ello. Sin embargo, ellos continúan diciendo que puesto que apenas somos un pequeño número —que no incluye a todos los santos de esa ciudad—, ¿cómo podemos llamarnos la iglesia local? Si esto tuviera que ser así, entonces no habría ninguna posibilidad de tener la iglesia local, puesto que un gran número de verdaderos cristianos en cada ciudad jamás estaría de acuerdo en reunirse de esta manera.
Permítanme explicárselo con este ejemplo. Supongamos que hay una familia muy numerosa de apellido Smith conformada por treinta y seis miembros, y todos ellos después se dispersan yendo a diversos lugares y entregándose a diferentes clases de actividades. Un día, dos de los treinta y seis son salvos, empiezan a considerar la lamentable situación de su familia y ven la necesidad de reunirse nuevamente para ser la familia Smith. Después de esto, ellos van a visitar al tercer hermano y le hablan acerca del Señor Jesús y le piden que venga a casa para ser la familia junto con ellos. Finalmente, cinco regresan a casa, pero treinta y uno de ellos permanecen dispersos. Ahora bien, ¿sería exagerado que estos cinco dijeran que son la familia Smith? Yo diría que no es exagerado. Es cierto que la familia Smith debiera estar compuesta por treinta y seis miembros, pero no todos ellos estaban dispuestos a regresar. Solamente cinco, por la misericordia del Señor, regresaron. Si ellos no se llaman a sí mismos la familia Smith, ¿cómo deberían llamarse entonces? ¿Deberían acaso llamarse la fraternidad Smith, el centro Smith o la reunión de estudio bíblico de los Smith? Desde todo punto de vista es correcto que ellos se llamen a sí mismos la familia Smith porque ellos son la familia Smith. Sin duda alguna ellos extrañan a muchos de sus familiares pero, con todo, siguen siendo la familia Smith.
Hoy vivimos en una época de confusión. Quisiera ser amable con todos ustedes, pero siento una carga de parte del Señor. Si temiera ofender a alguien, no sería fiel a la carga del Señor. Así que debo hablar conforme a la verdad. El cielo necesita ser despejado. Si ustedes son parte de la familia Smith, entonces simplemente deben llamarse la familia Smith. Si no les gusta la familia Smith, simplemente digan que no les gusta. Sean sinceros y francos y también fieles.
Desde 1962 el Señor ha venido levantando un testimonio fuerte de las iglesias locales, empezando en la ciudad de Los Ángeles. En los primeros años la gente no estaba de acuerdo con dicho testimonio ni le prestó mayor atención. No obstante, después de muchos años, no sólo fueron levantadas muchas iglesias, sino que además se publicaron muchos libros. Por lo tanto, la expresión iglesia local se ha vuelto popular. Hace doce años la gente se oponía, pero en los últimos cinco años muchos de los así llamados grupos libres han empezado a llamarse la iglesia local. Recientemente, las iglesias llevaron a cabo emigraciones a varias ciudades, y en dos de estas ciudades recibimos cartas advirtiéndonos que no fuéramos porque ya había allí una iglesia local. Decían que ellos eran la iglesia local y que no iban a tener comunión con todas las demás iglesias locales. ¡Y de hecho no tuvieron comunión! Sin embargo, afirmaban ser la iglesia local en esas ciudades.
(Cristo maravilloso en el canon del Nuevo Testamento, El, capítulo 17, por Witness Lee)