Cristo maravilloso en el canon del Nuevo Testamento, El, por Witness Lee

Más extractos de este título...

NO EXISTE UNA TERCERA OCASIÓN

Si leemos cuidadosamente el Nuevo Testamento, veremos que lo ocurrido en estas dos ocasiones, en el día de Pentecostés y en la casa de Cornelio, es llamado el bautismo en el Espíritu Santo. No existe una tercera ocasión. Los otros casos no corresponden al bautismo, sino a la experiencia del bautismo que ya había sido realizado. El bautismo en el Espíritu Santo fue efectuado antes que naciéramos. Lo que necesitamos es simplemente participar de este bautismo que ya se efectuó en el Cuerpo. Cristo murió por todos nosotros una vez y para siempre. Conforme al mismo principio, Cristo como Espíritu introdujo Su Cuerpo en Sí mismo una vez y para siempre.

¿Cree usted que bautizar a las personas en agua simplemente significa sumergirlas en agua? Ciertamente que no. Eso es simplemente una señal física; la realidad de ello es que estamos introduciéndolas en Cristo. A esto se refería Pablo cuando dijo: “Todos [...] hemos sido bautizados en Cristo Jesús” (Ro. 6:3), y “todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos”. Cuando bautizamos a las personas en agua, necesitamos tener fe en nuestro espíritu para comprender que estamos introduciéndolas en Cristo. El bautismo en agua no es más que una señal externa de esto.

La Cabeza ascendida, después de ser investida por el Padre, regresó en la forma del Espíritu. Como Cabeza del Cuerpo, Él fue el Bautizador; y como Espíritu, introdujo el Cuerpo en Sí mismo. El Cuerpo está compuesto por todos los escogidos de Dios, aquellos a quienes Dios marcó en la eternidad pasada. El día de Pentecostés y en la casa de Cornelio, Cristo los introdujo a todos ellos en Sí mismo. Todos fuimos bautizados allí; todos fuimos introducidos en Cristo. Sea que hablemos en lenguas o no, estamos en Cristo. Yo conozco a muchos que nunca han hablado en lenguas, pero tienen plena certeza de que han sido bautizados en Cristo. ¡Aleluya! En un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un solo Cuerpo.

(Cristo maravilloso en el canon del Nuevo Testamento, El, capítulo 11, por Witness Lee)