Espíritu y el cuerpo, El, por Witness Lee

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ADORNAR A LOS MIEMBROS MENOS DECOROSOS

Examinemos ahora 1 Corintios 12:22 y 23. Estos versículos dicen: “Antes bien los miembros del cuerpo que parecen más débiles, son muy necesarios; y a aquellos miembros del cuerpo que nos parecen menos honrosos, a éstos vestimos con mayor honra; y los que en nosotros son menos decorosos, reciben mayor decoro”. ¿Cuáles son los miembros que consideramos menos honrosos, a los cuales vestimos con mayor honra? Si usted examina su propio cuerpo, ¿puede identificar esos miembros? Los miembros de nuestro cuerpo que nos parecen menos honrosos son nuestros pies. En 1948 yo me hospedé con el hermano Nee en su ciudad natal. Mientras él y yo conversábamos, en un momento dado me dijo: “Witness, cuanto más educadas sean las personas, más embellecen sus pies. Lo que determina si su cultura es elevada o no, es la manera en que embellecen los pies. Ustedes los del norte tienen una cultura más elevada que los del sur. Ustedes nunca caminan con los pies descalzos. Al contrario, los embellecen con calcetines y zapatos”. Yo le dije: “Hermano Nee, los del norte embellecen los pies porque el clima es frío. Los del sur simplemente usan sandalias porque el clima en el sur suele ser bastante caliente”. Pero el hermano Nee respondió: “No, no digas eso. Incluso entre los del sur, las personas que son más educadas no andan sin zapatos. Ellos siempre invierten dinero para embellecer los pies”.

Un día leí 1 Corintios 12:21, donde Pablo dice que la cabeza no debe decir a los pies: “No tengo necesidad de vosotros”. La cabeza no debiera decir: “Pies, puesto que ustedes están en un nivel tan bajo, no los necesito”. Es debido a que los pies están tan abajo que necesitan ser embellecidos. Supongamos que yo estuviera muy bien vestido, con traje y corbata, pero no tuviera zapatos ni medias. ¿No diría usted que es vergonzoso que ande con los pies descalzos? Sin embargo, usted no consideraría vergonzoso que dejara sin cubrir la cabeza y las manos. Eso demuestra que los pies son los miembros menos honrosos del cuerpo. Debido a que son menos honrosos que otros miembros, debemos embellecerlos apropiadamente.

Sin embargo, muchas veces trasgredimos el principio del Cuerpo al embellecer la cabeza con muchos “sombreros”, mientras que, por otro lado, no mostramos ninguna preocupación por los miembros inferiores, los pies. Debemos conceder más honra a los pies. De ahora en adelante, en todas las iglesias y en todas las reuniones debemos aprender a vestir con mayor honra a los miembros inferiores. No compremos más “sombreros” para la cabeza. Al contrario, compremos “zapatos” para adornar los pies a fin de embellecer a estos miembros menos honrosos del Cuerpo.

(Espíritu y el cuerpo, El, capítulo 15, por Witness Lee)