LA FUNCIÓN ANIQUILADORA DE LA PALABRA
Efesios 6:17 dice: “Recibid el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, el cual es la palabra de Dios”. Según este versículo, la palabra, la cual es el Espíritu de Dios, posee una función aniquiladora. Ésta aniquila al enemigo, la carne, el yo, las tinieblas y todas las demás cosas negativas, tales como el odio y la envidia. La palabra de Dios como el aliento de Dios tiene la capacidad de aniquilar; puede eliminar todas las cosas negativas. Muchos de nosotros podemos testificar que cuanto más oramos-leemos la Palabra, más cosas en nosotros son eliminadas. Aunque usted tal vez no tenga la intención de eliminar su odio, la palabra viva que entra en usted acaba con su odio mientras usted ora-lee la Palabra. Ella también aniquila su orgullo. Así, una y otra vez, la palabra viva como el aliento de Dios aniquilará a Satanás. Por lo tanto, la palabra no sólo nos nutre, sino que también aniquila todas estas cosas.
(Espíritu y el cuerpo, El, capítulo 2, por Witness Lee)