EL TESTIMONIO DE DIOS
Y LA ADMINISTRACIÓN DE DIOS
El pensamiento de las siete lámparas que arden y brillan delante de Dios no es nueva; ya se nos había presentado en el Antiguo Testamento (Éx. 25:31-37). El candelero que estaba en el tabernáculo tenía siete lámparas que ardían delante de Dios. El candelero no sólo representaba el testimonio de Dios, sino también la administración de Dios. No podemos separar la administración de Dios de Su testimonio porque el testimonio de Dios tiene como objetivo la administración de Dios. Sin embargo, la mayoría de los maestros del cristianismo solamente ha visto que el candelero es un testimonio. Ellos no han visto que el candelero también alude a la administración de Dios. La administración de Dios se lleva a cabo por medio del resplandor del candelero.
(Espíritu y el cuerpo, El, capítulo 8, por Witness Lee)