Espíritu y el cuerpo, El, por Witness Lee

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PREOCUPARNOS POR LA UNIDAD APROPIADA

Siento la carga de que todos los que estamos en el recobro del Señor veamos el Espíritu y el Cuerpo. El cristianismo se ha desviado de la meta porque no muestra ninguna preocupación por el Cuerpo ni se preocupa por el Espíritu como es debido. Muchos han hablado acerca del Espíritu y, desde la segunda Guerra Mundial, se ha hablado mucho acerca del Cuerpo. Pero en realidad a los creyentes no les importa el Cuerpo. Si realmente nos importa el Cuerpo, debemos preocuparnos por la unidad apropiada, la unidad genuina. El Cuerpo es uno solo. Hay una sola Cabeza y un solo Cuerpo, un solo Cristo y una sola iglesia. El Cuerpo no denota un grupo de creyentes que se reúne para cumplir un determinado propósito. Esto sería una reunión social, no el Cuerpo. Cada vez que hablamos acerca del Cuerpo, debemos tener el profundo sentir de que el Cuerpo es uno solo y único. El Cuerpo no sólo es uno en una localidad, sino también en todo el universo. Si participamos en una división y no mostramos preocupación alguna por la unidad del Cuerpo, eso implica que no sabemos lo que es el Cuerpo.

(Espíritu y el cuerpo, El, capítulo 1, por Witness Lee)