EXPERIMENTAR AL ESPÍRITU EN DOS ASPECTOS
Necesitamos experimentar al Espíritu en dos aspectos principales. Conforme al primer aspecto, experimentamos al Espíritu de forma interna, o sea, como Aquel que está en nosotros. Conforme al segundo aspecto, experimentamos al Espíritu de manera externa, es decir, como Aquel que está sobre nosotros. Necesitamos experimentarlo de manera interna y también de manera externa. Esto nos lo muestra el cuadro de la ofrenda de harina. La ofrenda de harina era hecha de flor de harina mezclada con aceite (Lv. 2:5-6). Cuando la flor de harina se mezclaba con aceite, el aceite debía penetrar en la harina. Esto nos muestra el aceite dentro de la harina. Luego en Levítico 2:6 dice: “La partirás en trozos y echarás aceite sobre ella”. Esto nos muestra el aceite sobre la harina. Primero el aceite se mezclaba con la flor de harina para formar una masa, y luego era derramado sobre la masa. Por consiguiente, el aceite estaba tanto dentro de la ofrenda de harina como sobre ella. La ofrenda de harina era impregnada, saturada y empapada de aceite. Este cuadro describe lo que nosotros debemos ser. Todos debemos estar mezclados con el Espíritu, saturados del Espíritu, impregnados del Espíritu, empapados del Espíritu y también cubiertos por el Espíritu. Debemos tener al Espíritu tanto por dentro como por fuera. Debemos ser llenos del Espíritu por dentro y por fuera. De este modo, seremos impregnados, saturados y empapados del Espíritu. Ésta es la vida cristiana apropiada.
(Espíritu y el cuerpo, El, capítulo 4, por Witness Lee)