Espíritu y el cuerpo, El, por Witness Lee

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EL SELLAR

Después de la unción viene el sellar. El sellar es relativamente fácil de entender. El hecho de aplicar pintura a algo es una especie de sellar. A veces marcamos las cosas pintándolas. Marcar algo con un sello es declarar que ese objeto en particular nos pertenece. Aunque puede haber miles de copias de cierto libro, al poner mi marca, mi sello, en uno de ellos, declaro que me pertenece. De igual manera, la unción en nosotros como el sello declara a todo el universo que pertenecemos a Dios. Dios nos posee, y Él se ha puesto sobre nosotros como un sello. Este sello es, de hecho, Dios mismo. Oh, quisiera proclamar a todos, a los ángeles, a los demonios y al universo: “¡No me toquen! Tengo una marca sobre mí, y esta marca es Dios, el Espíritu todo-inclusivo”. ¿Tienen sobre ustedes esta marca, la cual muestra que pertenecen a Dios? Por supuesto que sí, porque han sido sellados con Dios. Por consiguiente, la unción está dentro de ustedes, y la marca está sobre ustedes.

(Espíritu y el cuerpo, El, capítulo 5, por Witness Lee)