EL SIGNIFICADO DE LAS ESPECIAS
Ahora examinemos las especias más detalladamente. Éxodo 30:23 dice: “Tomarás especias finas: de mirra excelente, quinientos siclos, y de canela aromática, la mitad, esto es, doscientos cincuenta; de cálamo aromático, doscientos cincuenta”. La cantidad de la primera especia, mirra, era de quinientos siclos. Sin embargo, la cantidad de la segunda y tercera especias, la canela y el cálamo, era solamente de doscientos cincuenta siclos cada una. Al juntar éstas dos, vemos que la canela y el cálamo conformaban una cantidad completa de quinientos siclos. Luego, al igual que la mirra, la cantidad de casia, la cuarta especia, era de quinientos siclos. Estas tres unidades completas de quinientos siclos representan al Dios Triuno, y el hin de aceite de oliva representa al Dios único. Por lo tanto, en este compuesto vemos a tres en uno y a uno en tres.
La segunda de las tres unidades completas de quinientos siclos estaba dividida en dos. Esto hace referencia al hecho de que el Hijo, el segundo de la Deidad, fue partido en la cruz. Por lo tanto, el hecho de que la segunda unidad de quinientos siclos fuera dividida en dos alude a la muerte de Cristo. El número cuatro de las cuatro especias alude a la humanidad de Cristo. En el principio era el Verbo, y el Verbo era Dios, y el Verbo se hizo carne (Jn. 1:1, 14). Esto indica que el Dios Triuno está íntimamente relacionado con la humanidad. Cuando el Verbo se hizo carne, el Dios Triuno llegó a tener un vínculo muy estrecho con la humanidad. El Dios Triuno estaba estrechamente relacionado con el hombre Jesús. Luego, en el tiempo señalado, Cristo, el segundo de la Trinidad, fue crucificado, fue partido, fue muerto.
La mirra representa la dulzura de la muerte de Cristo, y la canela representa la dulce eficacia de Su muerte. La muerte de Cristo es dulce y a la vez eficaz. En este ungüento compuesto no sólo tenemos divinidad y humanidad, sino también la dulce muerte de Cristo y la eficacia de la muerte de Cristo. Eso significa que cuando recibimos este ungüento, en éste se encuentra la eficacia de la muerte de Cristo. El cálamo es una especie de junco que crece muy erguido hacia el cielo en medio de una tierra pantanosa. Esto ciertamente alude al poder de la resurrección de Cristo, puesto que Cristo resucitó del pantano de la muerte y se levantó erguido hacia el aire celestial. Él era el verdadero cálamo. La casia representa el olor del poder de la resurrección del Señor. Según algunos lexicones, en la antigüedad la casia no se usaba solamente como una especia, sino también como un repelente para ahuyentar los insectos y las serpientes. Satanás, la serpiente, le teme a la resurrección de Cristo.
(Espíritu y el cuerpo, El, capítulo 3, por Witness Lee)