EL NOMBRE DE DIOS Y SU MORADA ESTÁN EN EL ESPÍRITU

PREOCUPARNOS POR LA UNIDAD APROPIADA
NO UN MOVIMIENTO, SINO EL MOVER VIVIENTE DEL ESPÍRITU SANTO
LA NECESIDAD DE ORAR Y ATENDER A LA DIRECCIÓN DEL SEÑOR
TENER LA CERTEZA DE HABER SIDO ENVIADOS POR EL SEÑOR
UN ESPÍRITU PLACENTERO Y UNA UNIDAD DULCE
ADORAR A DIOS BEBIÉNDOLO E INHALÁNDOLO
FUIMOS PUESTOS EN EL LUGAR CORRECTO PARA BEBER
LA COMUNIÓN DEL ESPÍRITU
EL SEÑOR ES EL ESPÍRITU
LA FUNCIÓN ANIQUILADORA DE LA PALABRA
EL ESPÍRITU DE DIOS LLEGÓ A SER EL ESPÍRITU DE JESUCRISTO
EL SIGNIFICADO DE LAS ESPECIAS
EL ESPÍRITU ES UN REPELENTE
EL NÚMERO DE RESPONSABILIDAD
EL CUADRO DEL UNGÚENTO COMPUESTO
EXPERIMENTAR AL ESPÍRITU EN DOS ASPECTOS
CREER E INVOCAR
LA UNCIÓN
EL SELLAR
LAS ARRAS
EL PENSAMIENTO PRINCIPAL EN ROMANOS
NECESITAMOS CONOCER EL ESPÍRITU DE FILIACIÓN
EMPAPADOS DE SANTIDAD
LA OBRA SANTIFICADORA DEL ESPÍRITU
LA TRANSFORMACIÓN: UN CAMBIO METABÓLICO
DE GLORIA EN GLORIA
EL TESTIMONIO DE DIOS Y LA ADMINISTRACIÓN DE DIOS
EL CANDELERO, LA PIEDRA, EL CORDERO Y DIOS
EL LAGO DE FUEGO Y LA CIUDAD DE AGUA
LA DIFERENCIA ENTRE LA RELIGIÓN Y LA ECONOMÍA DE DIOS
NACIDOS DEL ESPÍRITU
SOMOS UN SOLO ESPÍRITU CON EL SEÑOR
LA VERDADERA VIDA CRISTIANA
LOS TESTIGOS Y EL TESTIMONIO
REUNIONES VIVIENTES
PRESENTAR LAS VERDADES DEL RECOBRO DEL SEÑOR
INVITAR A LOS JÓVENES A NUESTROS HOGARES
EN CUANTO A SER ESPIRITUALES
EL CUERPO EXISTE EN NUESTRO HABLAR
TODOS DEBEN EJERCER SU FUNCIÓN
EL CUERPO SE COMPONE DE PERSONAS DE TODAS LAS EDADES
ADORNAR A LOS MIEMBROS MENOS DECOROSOS
EL CAMINO MÁS EXCELENTE
LA NECESIDAD DE CRECER EN VIDA
LA VIDA DEL CUERPO VIENE DESPUÉS DE LA TRANSFORMACIÓN
RODEADOS DE DIVISIONES
EL LUGAR ESCOGIDO POR DIOS
LA SITUACIÓN ACTUAL
EL NOMBRE DE DIOS Y SU MORADA ESTÁN EN EL ESPÍRITU

Quizás ustedes se pregunten dónde está Jerusalén hoy en día. A fin de responder a esta pregunta, debemos prestar atención a dos cosas que Moisés dice repetidas veces en Deuteronomio: que tanto el nombre de Dios como la morada de Dios estarían en el lugar que el Señor escogería. Según la historia, Dios no ha tenido Su nombre ni Su morada en ningún lugar diferente de Jerusalén. Hoy la morada de Dios está en nuestro espíritu (Ef. 2:22), y nosotros los cristianos debemos reunirnos en el nombre del Señor (Mt. 18:20). Tanto el nombre del Señor como la morada de Dios están en nuestro espíritu. Por lo tanto, nuestro espíritu es la Jerusalén de hoy donde debemos adorar a Dios. No menosprecie su espíritu, pues es el monte de Sión actual.

(Espíritu y el cuerpo, El, capítulo 19, por Witness Lee)

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Editorial de Watchman Nee y Witness Lee

Espíritu y el cuerpo, El, por Witness Lee

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