Espíritu y el cuerpo, El, por Witness Lee

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EL ESPÍRITU ES UN REPELENTE

El Espíritu todo-inclusivo también es un repelente. Todos sabemos cómo el olor del repelente de insectos ahuyenta los mosquitos. Día a día debemos aplicarnos al Espíritu vivificante, el cual es como un repelente para Satanás. Cuando usted invoca el nombre del Señor Jesús, no sólo lo bebe, sino que también se aplica al Espíritu vivificante como repelente. Si a primera hora de la mañana usted no se aplica este repelente, la serpiente lo atacará y usted se enojará durante el día. Pero si invoca el nombre del Señor unas cuantas veces, no sólo beberá del agua viva, sino que también se aplicará el repelente. Siempre que haga esto, la serpiente se atemorizará.

(Espíritu y el cuerpo, El, capítulo 3, por Witness Lee)