Administración de la iglesia y el ministerio de la palabra, La, por Witness Lee

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LA EDIFICACIÓN EN EL NUEVO TESTAMENTO

Quiera el Señor concedernos a todos los que servimos juntos un profundo sentir de que Él necesita un recobro fuerte. Él necesita un recobro de la edificación. Edificar va más allá que educar o instruir. Nuestra obra no consiste simplemente en edificar a los santos de manera individual, en forma general; más bien, consiste en edificar el Cuerpo como una casa espiritual. Efesios 4:11-12 declara: “Él mismo dio a unos como apóstoles, a otros como profetas, a otros como evangelistas, a otros como pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del Cuerpo de Cristo”. Las personas dotadas fueron dadas con el fin de edificar el Cuerpo de Cristo.

En Mateo 16:18 el Señor afirma: “Edificaré Mi iglesia”. En Efesios 2:22 leemos que en Cristo los judíos y los gentiles son “juntamente edificados para morada de Dios en el espíritu”. Además, 1 Pedro 2:5 dice que nosotros “como piedras vivas”, somos “edificados como casa espiritual”. En 1 Corintios 3:10 leemos que Pablo, como sabio arquitecto, puso el fundamento y que nosotros debemos tener cuidado de cómo edificamos sobre dicho fundamento. Debemos edificar con oro, plata y piedras preciosas (v. 12). El capítulo 14 hace un marcado énfasis en que debemos anhelar los dones espirituales por causa de la edificación (vs. 1, 3-5, 12). Esto significa que todos los dones deben ser para la edificación de la iglesia.

De acuerdo con los versículos anteriores, el deseo de Dios en esta era es edificar la iglesia, la cual es Su casa, el Cuerpo de Cristo. El hombre habita en un cuerpo físico y también en una casa; ambos son el lugar donde éste mora. Cuando una persona parte de este mundo, es despojada de la vestidura de su cuerpo. Esto significa que abandona su cuerpo, el lugar de su morada en la tierra. La obra de Dios en esta era consiste en edificar una morada para Sí mismo.

(Administración de la iglesia y el ministerio de la palabra, La, capítulo 1, por Witness Lee)