Administración de la iglesia y el ministerio de la palabra, La, por Witness Lee

Más extractos de este título...

NUESTRO SERVICIO TIENE QUE PRODUCIR LA EDIFICACIÓN

La edificación de la iglesia se lleva a cabo por medio de la administración de la iglesia y el ministerio de la palabra; y ambas funciones dependen de la condición de nuestra persona. Podría ser que nuestra labor de administrar la iglesia no produzca mucha edificación de la iglesia. Es posible que al ministrar la palabra no logremos edificar apropiadamente la iglesia. También es posible que aun al conducir a otros a la salvación y ayudar a los santos a que sean edificados, tampoco eso produce mucha edificación de la iglesia. Podrá ser que nuestra obra sea eficaz, pero cuanto más trabajamos, menor es el elemento de edificación. En otras palabras, la efectividad de nuestra obra es inversamente proporcional a la edificación de la iglesia. Esto no es edificar, sino demoler la obra de edificación que Dios efectúa.

En circunstancias normales, cuanto más laboramos, más edificamos. Nuestra obra siempre debería ser una obra de edificación. Por ejemplo, cuando algunos predican el evangelio, no sólo salvan a los pecadores, sino que también edifican la iglesia. Cuando edifican a los santos, no únicamente ayudan a dichos santos, sino que también edifican la iglesia. Debemos estar atentos a esta única cosa: es posible laborar sin producir ninguna edificación. Si estamos en la luz, podemos darnos cuenta de que es posible salvar pecadores y edificar a los santos sin edificar la iglesia. En el cristianismo muchas actividades derriban la obra de edificación de Dios. Lo que causa más daño a la obra de edificación de Dios en la iglesia no es ni la persecución ni la oposición de parte de los incrédulos, sino las numerosas obras realizadas por el cristianismo. Tales obras no provienen de intenciones malignas, ni surgen de una mentalidad torcida ni son hechas por equivocación. Estos hermanos cristianos son movidos por buenas intenciones como la de salvar pecadores y edificar a los santos. Sin embargo, sus acciones no producen ninguna edificación de la iglesia.

(Administración de la iglesia y el ministerio de la palabra, La, capítulo 3, por Witness Lee)