EN EL MONTE DE GALILEA
Entonces los ángeles dijeron a las mujeres: “E id pronto y decid a Sus discípulos que ha resucitado de los muertos, y he aquí va delante de vosotros a Galilea; allí le veréis” (28:7). En aquel tiempo todos los discípulos estaban en Jerusalén. Aparentemente les sería más conveniente encontrarse con el Señor allí mismo. ¿Por qué el Señor quería ir delante de Sus discípulos a Galilea? Geográfica y lógicamente no encontramos ninguna explicación. Pienso que el Señor Jesús hizo esto a propósito, para que Sus discípulos reconocieran el hecho de que éste era verdaderamente un nuevo comienzo, y que la nueva era no tiene nada que ver con la antigua religión. De hecho, lo que el Señor Jesús quería decir a Sus discípulos, era: “Deben salir por completo de esta esfera religiosa”. Más adelante veremos cómo los necios discípulos volvieron de nuevo a la religión, a Jerusalén y al templo (Hch. 21:20-26). Indudablemente el Señor buscaba causar una impresión en Sus discípulos de que todo lo que se relaciona con El es ajeno a la antigua religión. El Cristo resucitado no tenía nada que ver con la religión, y Sus discípulos debían tomar la misma postura.
Debemos recordar que el Nuevo Testamento empezó en Galilea. Jesús fue concebido por Su madre María, no en Jerusalén sino en Galilea (Lc. 1:26-38). Todo empezó en Galilea y debía continuar allí. Los ángeles dijeron a las mujeres: “El va delante de vosotros a Galilea”. Entonces, mientras ellas salían a toda prisa de la tumba con temor y gran gozo, Jesús mismo les salió al encuentro, y les dijo: “...Id, dad las nuevas a Mis hermanos, para que vayan a Galilea, y allí me verán” (v. 10).
Mas adelante, en este mismo capítulo (v. 16), podemos ver que a ellos no se les dijo que fueran a una sinagoga, sino a un monte, al aire libre. Esto iba absolutamente en contra del concepto religioso. En aquel tiempo todos los religiosos se congregaban en el templo de Jerusalén o en las sinagogas de las demás ciudades. Pero ahora, Jesús pedía a Sus discípulos que se alejaran de Jerusalén, y por ende, del templo. Entonces, cuando fueron a Galilea, El no les indicó que fueran a una sinagoga, ni siquiera a una casa, sino a un monte. No piensen que El hizo esto sin ningún propósito. Debemos ver que esto tiene un significado profundo. El lo hizo para causar una impresión en Sus discípulos que de allí en adelante, en la nueva era del Cristo resucitado y de Su Cuerpo, que es la iglesia, todo debía ser diferente de la manera religiosa. Si la religión va hacia el norte, entonces la iglesia debe ir hacia el sur. Si la religión se reúne durante el día, la iglesia debería reunirse de noche. Cristo y la iglesia siempre van en contra de la religión. Actualmente nos reunimos los domingos simplemente porque la gente no trabaja en ese día. Si estuvieran desocupados otro día de la semana, pienso que sería mejor reunirnos en ese tiempo, ya sea viernes o cualquier otro día, y olvidarnos de la reunión del domingo. Este asunto de la adoración dominical pertenece a la religión. Cuando los religiosos se reúnen los domingos, sería mejor irnos a trabajar. Cuando los demás trabajan, deberíamos cesar de trabajar y reunirnos. Ciertamente éste fue el principio que el Señor Jesús adoptó. De hecho, El parecía decir: “Ustedes, sacerdotes religiosos, suben todos a Jerusalén para reunirse allí, pero Yo he pedido a Mis discípulos que vayan a Galilea. Ustedes se reúnen en la sinagoga, pero Yo he indicado a Mis discípulos que se reúnan en la cima de un monte. ¡Cuán opuestos son Cristo y la religión!
(
Cristo es contrario a la religión, capítulo 6, por Witness Lee)