Cristo es contrario a la religión, por Witness Lee

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LA CUARTA PREGUNTA

Entonces los fariseos, cuando oyeron que Jesús había hecho callar a los saduceos, se juntaron para examinarlo. Uno de ellos, un doctor de la ley, le hizo la siguiente pregunta con la intención de ponerlo a prueba: “Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento en la ley?” (22:36). En otras palabras, le preguntó: “¿Cómo interpretas los libros de Moisés?” Esta pregunta se relacionaba con la exposición e interpretación de la Biblia. Por supuesto, al Señor Jesús le resultó muy fácil solucionar esto y contestó: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el grande y primer mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo” (22:37-39). Es muy sencillo. La ley y los profetas dependen de estos dos mandamientos. El Señor les dio la respuesta apropiada. De modo que, ellos no pudieron contestar nada. Finalmente sus bocas quedaron cerradas. Pero no estaban dispuestos a irse; así que, permanecieron allí para seguir perdiendo el caso.

Consideremos lo siguiente: aparte de esos cuatro asuntos, ¿qué otra pregunta podría surgir? La primera se relacionaba con la religión, la segunda con la política, la tercera con la fe y la cuarta se relacionaba con la interpretación bíblica. En el cristianismo actual aún existen estos problemas, y la gente les presta toda su atención.

(Cristo es contrario a la religión, capítulo 5, por Witness Lee)