Cristo es contrario a la religión, por Witness Lee

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UN REPASO

Repasemos brevemente los sábados que hemos visto. Es interesante observar que el Evangelio de Mateo habla de dos sábados, y el de Juan también habla de dos. El primer sábado trata de los hambrientos: en él, el Señor Jesús llevó a Sus discípulos a los sembradíos y les dio completa libertad de hacer lo que quisieran. Los sembradíos no se parecen en nada a la sinagoga ni al templo, puesto que son un lugar agreste e inculto. ¿Preferiría usted sentarse ordenadamente en una sinagoga culta, o estar sin ningún reglamento arrancando espigas en los sembradíos? ¿Qué prefiere usted? Los sembradíos eran un lugar de alimento; un sitio donde había plena libertad de los reglamentos religiosos.

El segundo sábado nos muestra el caso de un miembro enfermo del Cuerpo, al cual el Señor compara con una oveja que cae en un hoyo. El miembro con la mano seca era la oveja caída que no tenía descanso. Por tanto, el Señor quebrantó el sábado para que este miembro seco y caído obtuviera reposo. En el segundo caso, el Señor se interesó por el que estaba en el hoyo. Cuando estamos secos, simplemente estamos en un hoyo, atados y sin ningún descanso. Pero ¡Aleluya! el Señor Jesús nos ha levantado! El nos sanó y ahora nos encontramos en casa, fuera del hoyo. La iglesia es primeramente los sembradíos, y luego la casa.

El tercer sábado nos muestra el caso de un hombre imposibilitado que yacía en un pórtico religioso, esperando que sucediera algo. El Señor Jesús lo vio y por Sus palabras impartió vida en él. El Señor nos ha alimentado y rescatado; además, El impartió Su vida dentro de nosotros. Ahora tenemos satisfacción y libertad, y además, hemos sido vivificados.

(Cristo es contrario a la religión, capítulo 8, por Witness Lee)