Cristo es contrario a la religión, por Witness Lee

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“LEVANTATE, TOMA TU LECHO, Y ANDA”

Sin embargo, inesperadamente se presentó un hombre; no era un hombre sobresaliente, sino el pequeño y menospreciado Jesús. Nadie le prestaba atención. No había parecer en El, ni hermosura; provenía de Galilea, del pequeño pueblo de Nazaret. Este Jesús se acercó y vio al hombre imposibilitado que estaba postrado allí. ¡Esto es maravilloso! Nosotros no fuimos a Jesús, sino que El vino a nosotros. Y cuando vino a nosotros, no le prestamos atención; sin embargo, El nos vio y tuvo compasión de nosotros. “Cuando Jesús vio a aquel hombre allí postrado, y supo que llevaba ya mucho tiempo así, le dijo: ¿Quieres ser sano?” (v. 6). Ahora, escuchen la respuesta insensata de la religión: “No tengo quien me meta en el estanque cuando se agita el agua; y mientras yo voy, otro desciende antes que yo”. Mientras el hombre hablaba insensateces, el Señor Jesús le mandó: “Levántate, toma tu lecho, y anda”. ¿Qué significa esto? Simplemente quiere decir: “Olvida esta insensatez religiosa; Yo no tengo ningún interés por ella”. Así era Jesús. El no sólo le pidió que se levantara, sino además, que tomara su lecho. Aquel lecho había cargado al hombre durante treinta y ocho años; pero ahora Jesús le estaba pidiendo que él lo cargara. ¿Qué haría usted? ¿Seguiría diciendo: “Oh Señor, sigo siendo un incapacitado, y cuando se agita el agua nadie viene a ayudarme?” A menudo nos gusta decir insensateces religiosas. ¿Estaría usted dispuesto a olvidarse de todo ello? El Señor Jesús le dijo: ”Deja de hablar, levántate, toma tu lecho y anda". Si dejamos nuestra religión y tomamos la palabra viviente de Jesús, seremos sanados y recibiremos vida. Aquel día, el hombre enfermo fue sanado; y ese día era sábado.

(Cristo es contrario a la religión, capítulo 7, por Witness Lee)