Lecciones acerca de la oración, por Witness Lee

Más extractos de este título...

IX. ALGUNAS COSAS A LAS QUE DEBEMOS PRESTAR ATENCIÓN

Por último, consideremos algunas cosas a las cuales debamos prestar atención en cuanto al ayuno y oración. En primer lugar, si en verdad hay una carga que los presiona a tal grado que no pueden dejar de ayunar, entonces recuerden esto: nunca ayunen sin orar. Deben ayunar y orar. Hagan todo lo posible por convertir en oración su tiempo de ayuno, y su actitud y carga por ayunar. Todas las personas con experiencia saben que esta clase de ayuno en oración no tiene estructura alguna. No requiere el pensamiento ni la memoria, sino que surge totalmente del interior. El ayuno sin oración es una gran pérdida. Su cuerpo sufrirá daño, su mente será dañada e incluso su espíritu sufrirá cierta pérdida. Además, sin la oración, es difícil que su carga se lleve a cabo. Por tanto, siempre que tengan una carga pesada que los presione hasta el grado que no pueden dejar de ayunar, deben hacer todo lo posible por orar. Tal oración llegará a ser alimento para su espíritu. Les proveerá mucho consuelo a su mente y les dará fuerza a su cuerpo. El ayuno sin la oración sólo los consume, pero el ayuno junto con la oración, les abastece.

Además, al ayunar con oración, siempre tengan cuidado de no tener muchas cargas. No oren por cosas ajenas a su carga. Hacen bien si oran específicamente por el asunto en particular. ¿Por qué tienen tanta carga? ¿Por qué no pueden comer? ¿Por qué no tienen hambre? Deben orar específicamente por ese asunto. Puede ser por el evangelio, por la iglesia o para que se salve el alma de alguien. Nuestro error es que mientras ayunamos, aún tenemos nuestra mente puesta en muchas otras cosas. Si van al Señor con tantas cosas para orar, entonces no deberían ayunar, porque no han llegado al punto donde no pueden ni comer ni beber, sino únicamente orar ante Dios.

El verdadero ayuno en oración consiste en esto: puesto que una persona ama a Dios, vive ante Dios y toca el corazón de Dios, el Espíritu de Dios le dará una carga muy pesada en cuanto a algo que Dios quiere hacer. Esta persona sentirá una carga tan grande que no podrá comer ni beber. Entonces espontáneamente ayunará e irá ante Dios en oración. Por consiguiente, tal oración logrará el propósito de Dios, expulsará al diablo y traerá la autoridad de Dios.

Por último, necesitan estar atentos para que cuando realmente tengan la carga de ayunar, no vayan a sobrepasarse. Aprendan a ser equilibrados ante Dios. Nunca piensen de esta manera: “¿Acaso el Señor Jesús no ayunó por cuarenta días? ¿Acaso también Moisés no pasó cuarenta días en la montaña? Así que no importa si ayuno por ocho o diez días”. Hace más de veinte años vi a una hermana que ayunó demasiado. Como resultado, su cuerpo se volvió extremadamente débil y su mente se cansó mucho. Entonces Satanás aprovechó la oportunidad para atacarla. Nadie podía ayudarle. Finalmente ella ayunó hasta la muerte. Por tanto, por un lado, no debemos ayunar de una manera ligera, pero por otro, no debemos sobrepasarnos. En cambio, debemos detenernos en cierto punto y así ser equilibrados.

Por último, espero que entre nosotros, en todo lugar y en todo momento, haya algunos que estén orando con ayuno. Durante el transcurso de nuestro servicio al Señor, siempre debemos llegar a un punto en donde somos incapaces de resolver algunos asuntos, y en ese momento debemos ayunar y orar para tomar medidas con respecto a ellos.

(Lecciones acerca de la oración, capítulo 19, por Witness Lee)