Lecciones acerca de la oración, por Witness Lee

Más extractos de este título...

I. EL AYUNO ES LA EXPRESIÓN ESPONTÁNEA DEL HOMBRE CUANDO RECIBE UNA RESPONSABILIDAD MUY GRANDE

En primer lugar, el ayuno es una expresión espontánea del hombre cuando recibe una responsabilidad grande ante Dios. Al llegar ese momento, el hombre ayunará espontáneamente. Las experiencias en nuestra vida humana también confirman este punto. Cuando nos enfrentamos a un asunto importante en nuestra vida humana, frecuentemente no podemos comer. Claro, algunas cosas pueden hacernos sentir felices y causarnos comer más, pero otras pueden presionarnos a tal grado que simplemente no podemos comer. Debido a que el asunto al que nos enfrentamos es tan grande y la responsabilidad tan pesada, automáticamente perdemos el apetito. Sin embargo, cuando hayamos tomado cuidado del asunto y cumplido con responsabilidad, nos sentimos liberados y el apetito regresa, dando por resultado que podemos comer de manera normal. Igualmente, cuando recibimos un asunto importante de parte de Dios, sentimos tanta carga interior que ayunamos sin proponérnoslo. Puesto que Moisés recibió una responsabilidad muy grande de parte de Dios en el monte Sinaí, no pudo comer por cuarenta días. Más adelante, cuando el propio Señor Jesús salió a ministrar, habiendo recibido una gran responsabilidad, Él tampoco podía comer. Esto no significa que realmente no pudiera comer, sino que no tenía ánimo para comer. Es como si no hubiera lugar en Él para contener el alimento. En Hechos 13, se les dio una enorme responsabilidad a los profetas y maestros en Antioquía. Por tanto, ayunaron y oraron espontáneamente para evitar que ninguna parte de su ser se distrajera de tal responsabilidad. Éste es el primer significado del ayuno.

(Lecciones acerca de la oración, capítulo 19, por Witness Lee)