Lecciones acerca de la oración, por Witness Lee

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I. LA POSICIÓN DE LA PARTE EMOTIVA

La parte emotiva forma parte del alma y ocupa un nivel inferior a la mente y a la voluntad. En otras palabras, la parte emotiva debe estar bajo el control de la voluntad y de la mente. Frecuentemente decimos que no debemos hacer cosas guiados por los sentimientos. Esto significa que no debemos ceder ante nuestra parte emotiva, sino que la parte emotiva debe someterse al dominio de la mente sobria y de la voluntad apropiada. Si la parte emotiva ocupara la posición principal y dominara las demás partes del alma, es difícil saber hasta qué punto seríamos desviados. Cuando nos sentimos felices, podemos elevarnos hasta el tercer cielo. Cuando nos sentimos miserables, incluso no deseamos seguir viviendo. En cambio, un ser humano normal, aunque tenga mucha riqueza de sentimientos, éstos son controlados por su mente. Tanto en la Biblia como en la vida diaria podemos ver que un hombre apropiado es uno cuya parte emotiva está absolutamente bajo el control de su voluntad y su mente; y cuanto más esté bajo el control de estas facultades, más normal y apropiado será. Si la parte emotiva no se halla bajo el dominio de la mente y de la voluntad, será como un carro sin frenos. Tan pronto como sea conducido, ocurrirá un accidente. Además, puesto que no se encuentra bajo ningún control, es difícil saber el desastre que puede ocasionar. Éste es un asunto muy peligroso. Por tanto, la posición de la parte emotiva es estar bajo el control de la mente y de la voluntad.

(Lecciones acerca de la oración, capítulo 7, por Witness Lee)