Lecciones acerca de la oración, por Witness Lee

Más extractos de este título...

IX. EL ESPÍRITU DEBE ESTAR EN REPOSO Y CALMA

Una persona no puede orar si su espíritu no tiene reposo y está siempre agitado. Al oír noticias alegres o dolorosas, algunas personas se emocionan mucho en su espíritu y no pueden calmarse. Este estímulo, el cual resulta de la alegría o del dolor, puede causar que una persona sea incapaz de orar. Por tanto, debemos adiestrarnos de modo que al enfrentar una situación alegre o triste, nuestro espíritu no se excite ni se agite demasiado. Un espíritu no puede orar si está inquieto o agitado.

Hablando estrictamente, si estamos bien adiestrados para orar, entonces habremos aprendido mucho ante el Señor. Si los órganos de nuestro cuerpo necesitan ejercicio para ser útiles, entonces, mucho más nuestro espíritu necesitará ser ejercitado para funcionar. La oración requiere que aprendamos las lecciones: especialmente la lección del ejercicio apropiado del espíritu. Si podemos mantener siempre un espíritu calmo y pacífico en cualquier situación o circunstancia y con cualquier persona, entonces seremos personas que pueden orar.

(Lecciones acerca de la oración, capítulo 5, por Witness Lee)