Lecciones acerca de la oración, por Witness Lee

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VII. UNA PARTE EMOTIVA CONTROLADA

Todas las lecciones ya mencionadas tienen como fin controlar nuestra parte emotiva. Controlar la parte emotiva no consiste en fingir; esto es algo muy genuino. La risa de un diplomático es una risa completamente falsa, y su compasión por otras personas tampoco es genuina. A lo que nos referimos al hablar de una parte emotiva controlada no tiene nada que ver con los sentimientos falsos de un diplomático; más bien es una parte emotiva genuina, pero regulada, que no sea burda, salvaje ni relajada, sino que tenga limitación. Una parte emotiva que se controla así es restringida, regulada y disciplinada. A menos que la parte emotiva haya aprendido estas lecciones, es muy difícil que nuestra vida de oración perdure por largo tiempo.

(Lecciones acerca de la oración, capítulo 7, por Witness Lee)